Carisma, humanidad, gran amigo de sus amigos y, sobre todo, un luchador incansable y un gran padre. De esta manera se podría definir al carismático empresario y consignatario Salvador Oliver Aymerich, fallecido el pasado día 20. De origen mallorquín, aunque nacido en Barcelona el 11 de septiembre de 1934, procedía de una estirpe de navieros ligada al mundo marítimo.
De carácter afable y visionario, fue empresario en sus inicios en la naviera familiar Mariba (Marítima Balear de Transportes) posteriormente en Grupo Transcoma llegando a crear el actual Grupo Verlio (Oliver) como una de las empresas de referencia en el mundo marítimo en España.
Salvador Oliver dedicó más de 60 años de su vida a lo que fue, junto a su esposa Rosa y su extensa familia, su gran pasión. Todos contribuyeron al éxito del consignatario, que deja un legado intangible como persona y como empresario en su mujer y en sus hijos Pedro, Carmen, Salvador, Enrique y Javier. El pasado sábado pudo disfrutar de una velada inolvidable en compañía de los suyos en su retiro paradisiaco de Es Raiguer. Apenas unas horas después, con la satisfacción de sentirse querido y admirado, Salvador Oliver Aymerich emprendió su ultima singladura. Buen viaje, don Salvador.