El obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, ha enviado, este martes, una carta en la que pide, a la Iglesia de la isla y a otras Iglesias y confesiones cristianas una jornada de plegaria por la paz en Ucrania. Monseñor Taltavull ha recordado, en el texto de su misiva, que el pasado domingo, en la Catedral de Mallorca, reunidos en la plegaria ecuménica con representantes y fieles de las diferentes Confesiones cristianas presentes en la isla, el obispado de Mallorca se hacía eco del conflicto que se está generando en torno a Ucrania, en el que están implicando los Estados, entre los cuales España, y se rogaba por la paz.
Entre los miembros asistentes a la misma, junto con los miembros de la Iglesia de Mallorca, había representantes de la Iglesia de Ucrania y de Rusia «sensiblemente afectados y agradeciendo la plegaria», como también de otros países de Europa afectados por la repercusión del conflicto. El mismo pasado domingo, ha rememorado igualmente el obispo de Mallorca, el papa Francisco, en la plegaria del Ángelus decía «seguir con preocupación el aumento de las tensiones que amenazan con dar un nuevo golpe a la paz en Ucrania y cuestionan la seguridad en el continente europeo, con repercusiones todavía más amplias». «Hago un llamamiento a todas las personas de buena voluntad, para que eleven plegarias a Dios omnipotente, para que cada acción e iniciativa política sea al servicio de la fraternidad humana, más que de los intereses de una parte.
Quién persigue los propios objetivos en detrimento de los otros desprecia la propia vocación de ser humano, porque todos hemos sido creados hermanos«, añadía el papa. Al final de sus palabras, el papa Francisco proponía que este miércoles 26 de enero sea una jornada de plegaria por la paz, una propuesta a la que el obispado de Mallorca se ha unido. Asimismo, y dada la urgencia en la hora de anunciarlo, Taltavull ha propuesto que esta jornada de plegaria se extienda a lo largo de esta semana, incluyendo también el domingo día 30, especialmente en las celebraciones de la Eucaristía. »No es solo un gesto de sensibilidad social, sino un acto de fe, de esperanza y de caridad, tan necesario hoy más que nunca paraestrechar entre las personas y entre los pueblos los vínculos de la fraternidad y la amistad social, caminos necesarios para la paz", ha sentenciado el obispo de Mallorca.