Los médicos residentes del Sistema Público de Baleares están hartos de los abusos que se producen en sus contratos: más de 24 horas seguidas de guardias, sueldos mileuristas, sin vacaciones y a veces asumiendo más responsabilidades de las que deberían. Esta es solo una imagen que viven los miles de jóvenes en los cuatro o cinco años que dura la residencia en hospitales y centros públicos de las Islas. Una precariedad que se extrapola a nivel estatal, pues ya son muchas las manifestaciones y huelgas llevadas a cabo por la Asociación MIR España (AME) para reclamar mejoras en sus condiciones profesionales.
El convenio laboral no permite exceder las 37, 5 horas a la semana y, en caso de turnos seguidos de 24 horas, debe haber un margen de 12 horas de descanso. Sin embargo, esto está lejos de la realidad: «Muchas veces superamos las 60 horas semanales y sin que esto repercuta en el sueldo. No se paga la nocturnidad, por ejemplo. Hacemos muchas horas, con sueldos bases en torno a los mil euros», comenta Íñigo Segarra, residente de cuarto año en Medicina de Familia y Comunitaria en la Unidad Básica de Es Castell (Menorca).
Reducir las guardias médicas de siete a cuatro días mensuales es una de las principales demandas del colectivo, que ha pedido en numerosas ocasiones su modificación en el Real Decreto 1146/2006, como también lo estipulado en relación al salario. La media de España se sitúa en 1.200 euros para los residente en el primer año. El colectivo elaboró sendas propuestas de una subida general del importe base en cada año de formación.
Precariedad
«¿Y ahora qué?». Es una de las preguntas que se plantean los facultativos tras acabar los años de residencia, porque en el mejor de los casos acumularán contratos precarios, pero a lo peor irán al paro. El vicepresidente de AME, Àlex Mayer, explica que en la actualidad hay más jubilaciones que incorporaciones y que en 2025 se prevé que falten 10.000 médicos en España. «Se necesita más inversiones económicas porque la población envejece y la presión asistencial del sistema es cada vez mayor».
Carlos García, residente en tercer año en Oncología Radioterápica en Son Espases defiende la interinidad para estos facultativos: «Estudias seis años de carrera, un MIR y la especialidad, que puede ser de cuatro o cinco años, para luego irte al paro o tener contratos temporales o diarios. Pensábamos que al acabar la especialidad, el hospital se pelearía por ti, pero es todo lo contrario. Permiten que te vayas a la Península o a otro país de la Unión Europea. Conseguir plaza es como un campo de batalla».
La falta de auditorías para velar la calidad y el cumplimiento de la normativa, ampliar los días de formación a 20 días anuales o un plus de residencia para compensar la insularidad son solo algunas de las demandas de este colectivo. «Nuestra profesión es muy sacrificada y hay veces en que la Administración no ayuda. La gente joven está quemada», recuerda Íñigo Segarra. Desde el comité también manifiestan que las pagas extra se perciban en los meses de junio y diciembre por un importe igual a la suma del sueldo mensual y el complemento de grado de formación.
El apunte
Los residentes exigen la paga extra íntegra
El pasado mes de marzo, el sindicato médico Simebal presentó en el Juzgado de lo Social una demanda para exigir las dos pagas extra de los médicos interinos residentes (MIR) de las Islas. Así, el colectivo exigió el reconocimiento íntegro de los derechos laborales. A esta demanda al menos se sumó el 70 % de estos facultativos. Según el residente Íñigo Segarra, existe la «mal llamada paga extra», que desde los recortes de 2010 sigue siendo reducida y no se equipara al salario mensual. Es otra de las demandas de AME.