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Las cifras de la desesperación juvenil

Limpieza tras el botellón. Las pasadas fiestas patronales de Barcelona se saldaron con incidentes graves. | Efe

| Palma |

La noticia de los botellones con miles de jóvenes se han producido a lo largo y ancho del país en las últimas fechas, incluso con expresiones violentas como los registrados en Barcelona coincidiendo con sus fiestas patronales de la Mercè. Si el desempleo juvenil estuviese al nivel de otros países europeos –Francia 22 %, Dinamarca 8,2 %, Alemania 7,5 %– y las expectativas profesionales de los jóvenes fuesen óptimas, ¿se hubiesen producido estas situaciones a este nivel?

Resulta difícil responder a esta cuestión, aunque si contamos con algunas evidencias destiladas de los datos empíricos advertiremos algunas señales de alarma. El suicidio ya es la principal causa de muerte en jóvenes en España, algo que hasta ahora no se había registrado nunca. Sus causas son motivo de discusión académica, y además de la presencia de trastornos psicológicos o variables concretas de personalidad, la alta carga de estrés emocional opera como uno de los principales factores desencadenantes de un trágico y anticipado final, según cita la investigadora especializada en prevención del suicidio Noelia Navarro, de la Universidad de Almería.

El acceso a la vivienda para los jóvenes se plantea como una utopía, especialmente en contextos como Baleares donde el mercado inmobiliario ejerce una presión alcista de los precios brutal, y por si fuera poco en muchos casos viene acompañada de unos salarios precarios.

En un momento en que el fantasma de la jubilación a los 75 años en España ha planeado en los pasados días sobre la escena informativa cabe plantearse el horizonte hacia al cual transitamos. Estas son las cifras de la desesperación juvenil, a nivel de Baleares en comparación con los datos nacionales.

Tasas de paro

La proporción de personas sin empleo en el segmento de menores de 25 años correspondiente al segundo trimestre de 2021 en Baleares asciende al 43,44 por ciento, siendo más alto en mujeres (54,3 %) que en hombres (34,5 %).

Son casi diez puntos más que la media de Madrid (34,01 %), o Cataluña (33,52 %). A la cabeza se sitúan Andalucía (47 %), Melilla (48,81 %), Canarias (52,36 por ciento) y Ceuta (68,7 %).

Resulta curioso advertir que más de la mitad de las mujeres de 20 a 24 años en Baleares no trabaja. Los hombres son tres de cada diez. Ello se explica con que hay más estudiantes universitarias mujeres, y precisamente en este segmento el desempleo es menor.

Según los datos del INE, antes de la pandemia (2019) la tasa de paro de los estudiantes universitarios cinco años después de titularse era del 8 %, afectando más a las mujeres que a los hombres (8,8 % y 7 % respectivamente). La tendencia es de franca mejora si observamos la serie histórica. En la anterior encuesta, realizada en 2014, la tasa de paro de graduados universitarios del curso 2009-2010 fue del 19,2 %, probablemente influida por el precario escenario que deparó entonces la crisis de crédito global.

Índice de precio de vivienda

El IPV refleja la medición de la evolución de los precios de compraventa de las viviendas de precio libre, tanto nuevas como de segunda mano, a lo largo del tiempo.

En el caso de Baleares, utilizando como periodo de referencia el segundo trimestre del presente 2021, la variación en lo que va de año de la vivienda general (comprendiendo obra nueva y segunda mano) se ha encarecido un 3,9 %. Es bastante más que el incremento producido en comunidades como Madrid y Cataluña, de entorno al uno por ciento, en una de las zonas donde la demanda rebasa con mucho la oferta.

El bono juvenil para la vivienda, anunciado por el Gobierno e incorporado en los presupuestos del Estado para el año 2022, está indicado para atenuar los problemas de acceso de los jóvenes. Sin embargo aun queda pendiente ver su aplicación, que dará la medida de su impacto.

Renta y pobreza

La renta neta media por persona en las Islas en 2020, atendiendo a ambos sexos y una edad entre 16 y 29 años, es de 11.031 euros, una cifra reducida a todas luces insuficiente teniendo en cuenta la evolución de los precios y el coste de la vida en el archipiélago. La renta media por hogar (con alquiler imputado) en 2020 en Baleares fue de 37.417, varios miles de euros menos que en Madrid y Cataluña, y algo por encima de la media nacional, 35.485.

En cuanto a la tasa de pobreza, el indicador de pobreza relativa que expresa el porcentaje de hogares cuyos ingresos equivalentes se hallan por debajo del 60 % del ingreso mediano equivalente nacional marca en Baleares el 16,1 %; cifra cercana a la media nacional (18,6 por ciento) y a la de otros territorios con más población que el archipiélago balear como Galicia 18,2 %; o Comunitat Valenciana 22,2 %. Lideran los registros Andalucía 24,4 %; Canarias 28 %; Melilla 33,9 % y Ceuta 35,6 %.

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