El hospital Son Llàtzer amanece tras una noche que los profesionales de Urgencias tildan de «caótica» con 46 pacientes esperando ingreso.
Si bien la consellera de Salut, Patricia Gómez, asegura a menudo que los picos en verano son puntuales y se van drenando, la situación de las Urgencias de este hospital no mejora desde hace una semana. «El problema es que no se pueden drenar pacientes a hospitalización por falta de personal de enfermería», advierten fuentes internas, que aseguran que «ahora no hay disponibilidad de profesionales. La gerencia está dispuesta y reconoce que hay que contratar, pero no encuentran», aseguran.
Mientras tanto, este jueves se han doblado las camas de Urgencias destinadas a pacientes COVID y algunos profesionales denuncian que el mismo personal sanitario atiende de forma indiscriminada a los pacientes positivos con otros que no lo son en la unidad de corta estancia (UCE) y observación.
El subdirector de Atención Hospitalaria del IB-Salut, Francesc Albertí, dará cuenta de la situación de los hospitales este mediodía porque la situación de Son Llàtzer, que ya ha derivado pacientes a clínicas privadas, no difiere de la de otros centros sanitarios públicos de la Isla, según denunció ayer el sindicato de técnicos de enfermería (SAE) en algunos centros ya han empezado a cancelar operaciones programadas para dejar camas disponibles para los ingresos que llegan del servicio de urgencias.