Mallorca vive un verano anticipado con temperaturas más propias de los meses de julio y agosto que de principios de mayo. Este sábado se ha convertido en el primer día del año en el que se alcanzan los 30 grados en la isla con 30,5 grados en Muro y 30,1 en Pollença.
Como consecuencia del buen tiempo, muchas personas han aprovechado la jornada para disfrutar de un día de playa. En Palma, con máximas de 24,5 grados, la Policía Local se ha visto obligado a cerrar los accesos a la playa de Cala Major.
Alrededor de las 17.30 horas se ha superado el 90 por ciento de su aforo recomendado, que según la resolución de aforos de playas del Consistorio es de 1.250 personas. Este tiene el objetivo de garantizar la distancia mínima de 1,5 metros entre personas.
Otras playas del municipio también han contado con una importante afluencia de usuarios, como la de Ciutat Jardí.
Las temperaturas mínimas del día se han registrado de madrugada en Escorca con 7,8 grados, y en la zona de la Universidad de Palma, con 10.4 grados.
El pronóstico de la Aemet para este domingo indica que habrá nubes altas y las temperaturas máximas subirán especialmente en la zona de Levante. En el interior se puede llegar a los 31º.