La pandemia ha pasado factura a muchos negocios, que no han logrado sobrevivir a la crisis y se han visto obligados a echar la persiana. Bares y restaurantes se ha visto especialmente afectados y en el último trimestre de 2020 Baleares tenía operativas casi 300 empresas del sector menos que en el mismo período de 2019. Así se desprende de los datos recogidos por el Institut Balear d'Estadística (Ibestat).
En el cuarto trimestre de 2020 había 4.205 empresas de restauración de alta en la Seguridad Social en Baleares. Representan 276 menos que un año antes. Se trata, además, de la cifra más baja en este período del año desde 2013, año que finalizó con 4.111 empresas de restauración de alta. Si bien es cierto que el número de empresas de alta en invierno siempre es menor que durante el verano, en los meses de junio, julio y agosto de 2020, hubo casi 800 restaurantes menos operativos que un año antes.
Los bares y restaurantes tuvieron que cerrar sus puertas a mediados de marzo del año pasado, cuando se declaró el estado de alarma y la mayoría de actividades del sector servicios de paralizaron. Desde entonces, su dinámica ha cambiado por completo. El 11 de mayo de 2020 pudieron reabrir solo con servicio de terrazas y desde entonces su actividad se fue ampliando. Sin embargo, la llegada de la tercera ola en diciembre supuso un nuevo revés del que todavía no se han recuperado. Desde antes de Navidad, su actividad es mínima.
A mediados de enero, se cerraron los interiores de los bares y restaurantes y en enero se prohibieron también las terrazas, que reabrieron el 2 de marzo. El pasado día 15 lo hicieron los interiores, pero el pasado viernes se cerraron de nuevo. Esta restricción se mantendrá, al menos, hasta el 11 de abril.
Las patronales de restauración de CAEB y PIMEM calificaron la medida de «duro golpe». Hace un año que los negocios del sector sufren intensas caídas de facturación. Prueba de ello es que desde el Govern calculan que la mayoría podrán acceder a las ayudas directas del Estado, para las que hay que acreditar un descenso de los beneficios del 30 % en 2020 respecto a 2019. El conseller Iago Negueruela cifró en más de 26 millones el total que puede llegar a la restauración.
Además de las restricciones, la caída de visitantes turísticos y la merma del poder adquisitivo de los residentes han afectado de lleno a bares y restaurantes. De ahí, que las patronales valoren las medidas para lograr salvar la temporada turística.