La Direcció General de Política Lingüística del Govern vuelve a insistir en el topónimo de Maó. Como hizo hace un año, ha remitido un requerimiento al alcalde de la ciudad, el socialista Héctor Pons, para que «tan pronto como sea posible» lleve a cabo la tramitación pertinente para cambiar la denominación del municipio y «se ajuste a la normativa vigente». El escrito subraya que actualmente Maó «es el único municipio de Baleares» que no cumple con la obligación legal de que «los topónimos tienen como única forma oficial la catalana», establecida en el artículo 14 de la Ley de Normalización Lingüística.
En el escrito, la directora general de Política Lingüística, Beatriu Defior, recuerda que el Ajuntament de Maó cambió el topónimo en 2012, durante el mandato de la popular Águeda Reynés, que introdujo el nombre bilingüe Maó-Mahón, amparándose en una ley que fue derogada en el año 2016. «Ya hace cuatro años que el marco normativo establece esta previsión legal, que es la misma que había regido entre 1986 y 2012», subraya en el escrito al que este diario ha tenido acceso ahora, pero que está firmado por Defior a 17 de noviembre. Al respecto, en el Ajuntament de Maó se limitaron a reconocer que su deber es «cumplir con la ley».
Fuentes consistoriales aseguran que la cuestión está en tramitación, pero sin plazos. El expediente de adaptación a la normativa lingüística está abierto desde 2016 y el bipartito –ni con Conxa Juanola primero ni con Héctor Pons– no lo ha llegado a resolver.
Cabe recordar que los dos partidos de gobierno, PSOE y Ara Maó, se comprometieron antes de elecciones a devolver el nombre a la forma única catalana. En el escrito de requerimiento enviado al alcalde Héctor Pons, Beatriu Defior valora que los topónimos tienen, además de una función propiamente identificativa, «un valor simbólico que no se puede negligir».
En ese sentido afirma que el topónimo Maó-Mahón «no tiene tradición ni responde a la cultura propia de las Illes Balears, por lo que difícilmente puede cumplir estas funciones».