El Teléfono de la Esperanza en Baleares ha recibido tres veces más llamadas entre los meses de marzo y diciembre de 2020 en comparación con el año anterior, una buena muestra de la incidencia de la pandemia de coronavirus en la salud mental de las personas y la proliferación de sentimientos negativos en estos tiempos recurrentes, como la soledad o la incertidumbre sobre el futuro próximo.
Coincidiendo con el cierre del año de la pandemia el Teléfono de la Esperanza en Baleares hace balance de un año complicado. Entre los meses de marzo y diciembre 2.462 personas llamaron, lo que arroja una media de 9 llamantes por día cuando el año pasado eran 3.
Sobre el perfil de las personas que solicitan esta asistencia telefónica, el 60 % son mujeres; la mayoría (53 %) entre las edades comprendidas entre los 46 a 65 años y un 16 % son jóvenes de 18 a 35 años.
La duración de la llamada tiene una media de 13 minutos y se han atendido 528 horas de escucha activa por parte de los voluntarios. El 70 % satisface su petición de ayuda con la llamada hecha.
En cuanto a las causas reveladas por las personas que llaman al teléfono de la esperanza se encuentran la soledad, la depresión, ansiedad, los problemas derivados de la convivencia familiar y la temática COVID como los problemas y los motivos principales.
Con respecto a la temática suicida han llamado 56 personas, cuando el año pasado fueron 30 personas. Durante estas fiestas los voluntarios y voluntarias del Teléfono de la Esperanza seguirán atendiendo las 24 horas del día las llamadas de las personas que requieran ayuda al número 971 461 112.