Al oceanógrafo Pere Oliver se le nota pasión al desgranar la historia de las ‘barques de bou', patrimonio marítimo del que quedan solo siete unidades en Mallorca y que vivieron su máximo esplendor a finales de la década de 1980, cuando había un centenar de ellas faenando en el litoral de la Isla.
Pero, ¿de dónde viene el nombre de ‘barca de bou'? El investigador, que ofreció este sábado una charla en el Museu Marítim acerca de estas embarcaciones cuyo origen se remonta a finales del siglo XVIII, responde: «Lo más probable es por el símil de labrar el campo con dos bueyes que arrastran un arado o arrastrar las redes con dos elementos de tiro, en caso de las barcas».
Oliver explica que la popularización de las ‘barques de bou' se debió a que «era un tipo de práctica pesquera mucho más rentable, ya que si en una barca convencional tenían que ir siete u ocho pescadores a calar palangre, con una de ‘bou' iban menos y con una cierta facilidad sacaban siete, ocho o diez veces más capturas».
El oceanógrafo repasa los orígenes de esta práctica: «Al principio, el sector pesquero no era muy partidario de esta técnica porque cuando una de estas nuevas embarcaciones pasaba cerca de una tradicional se lo llevaba todo. Además, había un tema de competencia, ya que los primeros bajaban el precio del producto. También era importante el pensamiento ecologista. El arrastre es muy destructivo y eso que, durante muchos años y hasta los años 50 del siglo pasado, sólo se pescó de octubre a abril. Este sistema siempre ha sido polémico porque su impacto en el ecosistema es muy grande».
A la charla acudió el biólogo marino, activista y fundador de Greenpeace en España Xavier Pastor.