Antonio Nebot y Francisca Fuster, de 83 años y de Artà, están de camino a Mallorca después de siete meses confinados en Cartagena (Colombia) e intentando, en numerosas ocasiones, regresar a la Isla. El precio para salir de allí ha sido alto: 820 euros por persona, de los cuales 100 solamente por la gestión telefónica de Iberia. «Te dicen que son vuelos humanitarios y ponen este coste. Luego en la web nos dimos cuenta de que costaban casi 300 euros menos»
«La embajada no nos ha ayudado y son muchos los españoles en la misma situación que nosotros que no tienen dinero para comprar un vuelo humanitario con Iberia – que realiza vuelos a Europa – y necesitan volver», explica por teléfono el hijo de este octogenario matrimonio, Miquel Fuster, que cada año recibe con mucha ilusión la visita de sus padres, aunque esta vez será una visita difícil de olvidar.
Primeros meses
En marzo, Antonio y Francisca volaron hacia el país latinoamericano. El vuelo de regreso estaba previsto para el 19 de abril, pero la pandemia truncó los planes. «Ya en el primer mes de confinamiento, la compañía con la que volaban mis padres, Avianca, me avisó por mail de que se había suspendido el vuelo por el cierre de fronteras. Les reprogramaban el vuelo a septiembre».
El matrimonio, mientras esperaba a que llegara el día de volver a casa, se confinó en el hogar de Miquel y su familia. «Una semana antes de septiembre nos vuelven a decir que el vuelo se aplazaba hasta principios de noviembre debido, otra vez, al cierre de fronteras. Con este panorama, he tenido a mis padres nerviosos. Mi padre sufre del corazón y ambos toman una cantidad de medicamentos que llegaban a Cartagena al cabo de 80 días. Ellos necesitaban volver cuanto antes», lamenta.
La solución la encontró con Iberia, supuestamente en un vuelo humanitario. Y la fecha de embarque fue este jueves con escala en Bogotá, Madrid y, finalmente, al aeropuerto de Son Sant Joan. El coste del billete ascendió a 820 euros por persona y sin traslado automático de las maletas. «Llamé a Iberia porque encontré en su web los mismos vuelos por 550 euros. Se supone que son humanitarios». Miquel Fuster narra la desesperación que han vivido estos últimos meses en Cartagena por las dificultades y el coste que ha supuesto regresar a la Isla «sin ayuda por parte de la embajada. Además, añade que el seguro de salud de sus padres «tampoco dio facilidades. Tuvieron que pagar 170 euros más para estar cubiertos. «En estos últimos días mi padre no ha podido dormir de los nervios y por la situación que hay con el coronavirus».
Miquel Fuster quiere destacar que más de una veintena de españoles llevan todos estos meses confinados en la ciudad colombiana sin poder costearse un vuelo. Así que, corrobora, muchos han optado por esperar a que la compañía Avianca abra de nuevo sus conexiones con Europa para poder regresar a casa.