‘Sol de mi corazón', personaje que encarna María Sol Lillo, tiene el don de abrir puertas mágicas para transformarse en cualquier cosa. Era su poder más solicitado durante sus shows hasta que a mediados de marzo la crisis sanitaria le paralizó los pies. ‘Freddy, Es caragol gegant', de la asociación mallorquina Kcodril, tampoco ha podido realizar su mítica salida en la Fira del Caragol, en el municipio palmesano de Sant Jordi, a mediados de mayo.
La pandemia ha obligado a los animadores infantiles y socioculturales de la Isla a reinventarse si no quieren desaparecer del mapa laboral. El sector encontró de las redes sociales una herramienta útil para continuar a medio gas durante el confinamiento después de sufrir cancelaciones o aplazamientos de los eventos programados para los meses más fuertes de la temporada, entre marzo y mayo.
Es el caso de una de las empresas más importantes a nivel nacional, con sede en Mallorca, Animaciones Aeiou, que ha readaptado todo su programa al formato digital. «Las primeras dos semanas estuvimos expectantes ante lo que sucedía, pero fuimos bastante rápidos en actuar.
Durante estos meses, hemos realizado actividades online y han funcionado», asegura al otro lado del teléfono el fundador de esta empresa, Manuel Menéndez. «Todos los animadores estamos en ERTE, pero desde nuestras casas hemos reorganizado las actividades, promoviendo cosas distintas para los niños. Ahora, el principal problema que vemos por parte de los padres es la incertidumbre, de no tener claro qué hacer», dice Renée Toro, coordinadora de Aeiou en Mallorca.
Campamentos
Néstor Valle, Maria Garau y Juan Manuel Gregorio, fundadores de Kcodril, acaban de reactivarse después de meses confinados. Una difícil etapa para su asociación pero que «ha servido para pensar actividades nuevas».
En su caso –unos animadores muy solicitados sobre todo en Sant Jordi, Son Ferriol o es Pil·larí– han puesto el foco en la escuela de verano de Son Sardina y otro tipo de actividades estivales. «De momento, las inscripciones van lentas, pero esperemos que en unas semanas podamos reunir más. Es más necesario que nunca que los niños se olviden de todo esto que ha pasado», sostiene Néstor Valle, quien lamenta a su vez que «el mundo de la animación esté en tercer plano» en cuanto a ayudas estatales.
Este escenario ha invitado a reinventarse o desaparecer. Animaciones Aeiou lleva semanas promocionando una nueva línea de campamentos para afrontar el verano. «La idea es proyectar estas actividades en urbanizaciones cerradas, para que cada vecino con niños tenga su propio campamento en la misma zona y al aire libre», explica Renée.
A Sol Lillo este confinamiento le ha servido para crear otras líneas de trabajo donde incorpora talleres novedosos, como la odontología para familias. Es originaria de Argentina y licenciada en esta profesión. Aunque ya en su país estuvo muy ligada a los niños, cuando llegó a Mallorca, hace tres años, continuó enfocándose en este camino. Como todos, ella tuvo que idear otras propuestas después de que todas sus reservas se pospusiesen debido a la crisis sanitaria. «Fueron semanas de aislamiento total pero enseguida empecé a hablar con familias y a editar vídeos con personajes para mandárselo a los niños. El confinamiento me ha servido para saber todo lo creativa que puedo llegar a ser».
Algunos animadores mantendrán parte de su trabajo estos meses gracias a las comuniones que todavía no se han aplazado, aunque otros esperan en septiembre para poder arrancar al cien por cien, aprovechando, además, el inicio de las clases. El nuevo escenario delimita las fiestas de cumpleaños, aniversarios o eventos. Entre las medidas, se eliminarán según qué talleres, como la globoflexia o el pintacaras, y obliga el uso de mascarillas para animadores y los niños mayores de seis años, manteniendo el distanciamiento social y utilizando los geles hidroalcohólicos.
Las empresas de animación, al 30 % de su rendimiento
El fundador de Animaciones Aeiou, Manuel Menéndez, una de las mayores empresas de fiestas y celebraciones infantiles a nivel nacional, estima una reducción del trabajo del sector de hasta un 70 % debido a la crisis sanitaria, que ha provocado la cancelación masiva de eventos y actividades socioculturales desde mediados de marzo, uno de los meses más fuertes para este sector. Menéndez espera una recuperación a partir de septiembre. «Esperemos llegar al 60 % de la actividad antes de final de año».