Hace varios meses trabajadores y usuarios del centro de salud Pere Garau denunciaron ante los medios de comunicación sufrir constantes goteras e incluso la irrupción de ratas en las consultas. Esta semana la situación es exactamente la misma. «No es que sean goteras, es una auténtica catarata que lo inunda todo... Y ha habido agua de lluvia, de lavadora y aguas fecales...», explica la pediatra Idoia Mondela.
La zona más afectada es precisamente pediatría, donde «se ha tapiado con pladur la sala de espera para que puedan trabajar pero no viene nadie», añade. Si bien han dejado pasar un tiempo, porque «al principio de la pandemia había otras prioridades», consideran que es hora de tomar medidas.
El Sindicato Médico de Balelares, que apoya las reclamaciones, insistió ayer en que la solución pasa porque el Ajuntament de Palma busque un espacio donde hacer nueva infraestructura pero «todo está parado».
Mientras tanto, desde Atención Primaria se quejan de que a pesar de cumplir de forma escrupulosa todas las medidas de desinfección que requiere la crisis sanitaria en las consultas, los pacientes tengan que ver pasillos inundados. «Hemos tenido hasta tres días de inundaciones en una misma semana, es un problema estructural, necesitamos un centro nuevo», reclamó la doctora Mondela.