Los equipos directivos de Baleares abrieron este martes los centros educativos con la misión de prepararlos para el probable retorno a las aulas, selectivo y voluntario, el próximo 25 de mayo.
Xavier Caparrós, director del Institut Politècnic, de Palma, explicó que «hemos comprado 4 mamparas de metacrilato, 10 dosificadores de gel hidroalcohólico -tenemos otros 15 encargados-, 2 garrafas del mismo líquido, mascarillas y guantes. También queremos comprar dosificadores de pared. Calculo que hemos gastado más de 500 euros. En teoría, a partir del día 25, todo el material lo pagará la Conselleria d'Educació».
Caparrós no tiene todavía nada claro cómo será la distribución de espacios: «Supongo que, para guardar las distancias de seguridad, habrá que duplicar aulas por curso. Lo ideal sería que los tutores averigüen cuántos alumnos vendrán el día 25 para tener más claro cómo organizar los espacios, no sólo las aulas: el patio, los pasillos, los baños... La asistencia es voluntaria, pero también tendría que ser constante. No vale que un alumno venga los primeros días y luego decida no volver, pero no podemos obligarles a firmar un contrato».
El director expresa preocupación por el conjunto de docentes: «No será fácil que puedan dedicarse a unos alumnos de manera presencial y a otros de manera telemática. Sí tenemos claro que no habrá exámenes finales presenciales. Los que tienen las evaluaciones aprobadas podrán subir nota y los que tienen algo suspendido, podrán recuperar a través de trabajos. Una opción es la de emitir y grabar las clases presenciales para los alumnos telemáticos. Ahora mismo, todo son dudas por cuestiones que nadie nos ha enseñado, pero hay ánimo y optimismo para afrontarlas».
La directora del colegio público Simó Ballester, de Manacor, Margalida Obrador, destacó la intensidad del trabajo en las últimas semanas: «Estamos saturados burocráticamente, mantenemos a diario reuniones telemáticas para ver cómo se afronta la situación. Hoy (por ayer) nos hemos reunido con los equipos directivos de todos los centros de Manacor». Han sido muchos trabajos para los que los docentes no estaban preparados, muchas gestiones, afrontar casos sociales, llamadas a las familias, reparto de tareas, materiales... Obrador se mostró muy preocupada: «Nos movemos en la incertidumbre y la inseguridad, pero no por ello con menos ilusión. Será muy duro, ya que habrá que llevar a cabo un plan con riesgos sin tener ningún tipo de experiencia en este sentido. Habrá que tomar muchas medidas de seguridad».
Por su parte, el director del colegio Beata Francinaina Cirer, de Inca, Miquel Miralles, señaló que «tendremos que adaptarnos, pero lo cierto es que ahora nos encontramos con un problema material si se abren los centros para los menores de 6 años».
En el IES Berenguer d'Anoia, también de Inca, la directora, Magdalena Coll, relató que «poco a poco iremos incorporando más personal presencial. Tendremos que adaptarnos a la presencia voluntaria de alumnos si finalmente es así».