El Govern balear ha presentado este jueves su Plan Autonómico para la Reactivación y Transformación Económica y Social, un programa «abierto» a la negociación con los sectores implicados con un decálogo de líneas de actuación cuyo coste no ha evaluado.
Han dado a conocer el programa en rueda de prensa el vicepresidente y conseller de Transición Energética y Sectores Productivos, Juan Pedro Yllanes (Podemos), el conseller de Modelo Económico, Turismo y Trabajo, Iago Negueruela (PSOE), y la consellera de Asuntos Sociales y Deportes (MÉS), Fina Santiago, quienes han puesto el acento en que la salida de la crisis del coronavirus tiene que ser inclusiva y reforzar el sector público.
Yllanes ha explicado que los ejes del plan son el resultado del diálogo establecido desde que se inició la crisis sanitaria y el parón de la actividad económica con sindicatos, patronales e instituciones municipales e insulares, con quienes se ha trabajado, en primer lugar, para proteger la salud de los ciudadanos, el mantenimiento del empleo y la supervivencia de las empresas.
«Es un documento abierto y flexible», ha incidido el vicepresidente, que ha reiterado el leitmotiv del Govern de que su objetivo para superar la crisis es «recuperar la actividad sin dejar a nadie atrás».
El plan contempla diez ejes que se dividen en «grandes estrategias, planes y pactos», ha subrayado Yllanes.
Ese decálogo, según el documento facilitado por el Govern, lo conforman la activación a corto plazo y la mejora del turismo; el fomento de la producción primaria y el consumo de proximidad; la «economía del conocimiento y la innovación"; la modernización de la industria y la recuperación de producciones deslocalizadas; la transición energética; la vivienda pública; la «economía social, sanitaria y educativa"; el fomento de las «industrias culturales y creativas», el empleo y la formación para el trabajo, y la modernización de las instituciones.
El programa dado a conocer por el Govern se subdivide en numerosos planes de estímulo, ayudas y subvención que no están concretadas y, por tanto, carecen de cuantificación de su coste.
Tampoco hay plazos de ejecución para esos planes, incluso cuando plantean objetivos concretos, como el de duplicar el consumo de alimentos locales hasta llegar al 25 %, por lo que el plan no tiene un periodo de desarrollo fijado.
Yllanes ha señalado, no obstante, que «la recuperación económica tiene que comenzar ya» y ha apuntado que «en las próximas semanas se comenzará a cerrar líneas».
Negueruela ha explicado que el plan no tiene mayor concreción porque «todo está sujeto al diálogo» y ha apuntado que el Govern tendrá que reajustar su presupuesto pero aún no sabe con cuántos fondos podrá contar porque eso depende de la política de crédito que establezca la Unión Europea.
También ha situado en el ámbito de decisión europeo el futuro del transporte internacional del que depende la reactivación del turismo en el archipiélago.
«La reactivación tiene que ser un impulso para la diversificación», ha enfatizado Fina Santiago, quien ha resaltado que, al contrario que hizo la derecha en la crisis de 2008, el propósito del Govern es dar prioridad a la inversión en los servicios públicos.