El Parlament balear ha aprobado este martes una iniciativa de los partidos del Govern balear (PSOE, Unidas Podemos y MÉS) por la que se pide al Estado que inicie las disposiciones legales oportunas para declarar nulas de pleno derecho las sentencias franquistas referidas a las Guerra Civil y la Dictadura.
La iniciativa política ha contado con el voto favorable de los partidos de izquierda, de El Pi y Ciudadanos (Cs), mientras que PP y Vox han votado en contra.
También se solicita al Gobierno central que ilegalice esos tribunales y que promueva el restablecimiento de la dignidad de las víctimas del franquismo mediante el reconocimiento público del carácter de la víctima, su nombre y honor, actos conmemorativos públicos y solicitudes de perdón.
La cámara legislativa balear solicita además al Ejecutivo central que institucionalice con carácter anual fechas de Homenaje y Reconocimiento del Estado a las víctimas de la dictadura franquista y el exilio.
Esta proposición no de ley ha llegado al Parlament tras la reciente exhumación del dictador Francisco Franco y días antes de la celebración de las elecciones generales del 10-N.
La iniciativa consta de cuatro puntos, en el primero de los cuales el Parlament «se reafirma» en la condena a las prácticas represivas del franquismo que supusieron una «sistemática y gravísima violación» de los derechos humanos, contemplados como crímenes de lesa humanidad por los organismos internacionales de promoción y protección de los mismos.
Seguidamente, el Parlament reprueba el negacionismo de la represión franquista y los discursos xenófobos, racistas y próximos al fascistas y contrarios a los valores constitucionales.
En el tercer punto, la cámara autonómica hace público el reconocimiento a las víctimas del franquismo, que fueron «luchadores» por las libertades y la democracia.
Finalmente, en el cuarto apartado, el Parlament pide al Gobierno «declarar la ilegalidad de los tribunales y los procedimientos instruidos en relación a la Guerra Civil y la Dictadura Franquista hasta 1978, por ser contrarios a la ley y vulnerar las más elementales exigencias del derecho a un juicio justo». Este cuarto punto ha sido incorporado a propuesta de El Pi.
Durante el debate, la diputada socialista Mercedes Garrido ha reivindicado la figura y el recuerdo de «muchas víctimas que no están entre nosotros», en uno momento de «negación» de unos hechos por parte de algunos partidos políticos. «Las demandas que son de Justicia no deber tener color político», ha añadido.
Desde Unidas Podemos, el diputado Pablo Jiménez ha considerado que es «importante borrar la herencia franquista en España, al igual que lo ha sido borrar la herencia nazi en Alemania».
Jiménez ha sostenido la necesidad de mantener «un público homenaje a quien fue perseguido, torturado y fusilado» y a los que fueron condenados en juicios «ilegales».
Por su parte, el portavoz de MÉS per Mallorca, Miquel Ensenyat, ha reivindicado que «algún día habrá que asumir que la transición política española no fue tan modélica como algunos pregonan» ya que no se produjo una «depuración de funcionarios o incluso de jueces».
Desde el PP, el diputado José Manuel Lafuente, ha calificado de «vergüenza» esta iniciativa política y ha lamentado la «manipulación» que la misma supone para conseguir unos «pocos votos» de cara a las elecciones del domingo.
Lafuente ha advertido que la iniciativa no ampara a «todas las víctimas», como al sacerdote y beato menorquín Joan Huguet, lo que es «totalmente injusto». «Siguen sin aprender absolutamente nada», ha apostillado.
La portavoz adjunta de Ciudadanos (Cs), Patricia Guasp, ha calificado de «oportunista» esta iniciativa, si bien su grupo ha decidido apoyarla. De todos modos ha pedido que no se «utilice» la actividad parlamentaria para «buscar un titular», al tiempo que ha reivindicado el «espíritu de conciliación y reconciliación».
Vox ha presentado sin éxito una modificación del texto original para que el Parlament condenara los totalitarismos de «cualquier signo», así como «la represión sufrida por razón de su ideología, actividad política o creencias religiosas en ambos bandos de la contienda».
El diputado de Vox Sergio Rodríguez ha lamentado que los partidos de izquierdas sigan «empeñados y obsesionados en esa cruzada de odio y revanchismo; siguen anclados en el pasado, en un periodo que les obsesiona, del 36 al 39».