José María Ruiz-Mateos Rivero ha asegurado este miércoles ante el tribunal de la Audiencia de Palma que le juzga junto a sus cinco hermanos por presunta estafa en la compra de un hotel en Mallorca que están en la ruina: «Hemos perdido todo, no tenemos nada». «Estamos arruinados», ha agregado.
Así lo ha declarado en su comparecencia en la tercera jornada del juicio donde está acusado junto a Zoilo, Alfonso, Pablo, Javier, y Álvaro Ruiz-Mateos Rivero, y con sus presuntos cómplices Nicolás Faure y Zoilo Pazos, y donde se enfrentan a sendas peticiones de condena de 6 años de cárcel, el pago solidario de 13,9 millones de euros y 54.000 euros de multa cada uno.
Ante una pregunta del fiscal sobre si tiene el control de todas las sociedades de Nueva Rumasa, José María Ruiz Mateos ha explicado que trabaja como asesor para empresas en el ramo comercial: «Después de la quiebra de Rumasa en donde hemos perdido todo, no tenemos nada, nuestras casa están hipotecadas ejecutadas y embargadas y no tenemos patrimonio de ningún tipo, a pesar de muchas calumnias que se han podido verter y de la manipulación de los medios, estamos arruinados y nuestras mujeres trabajan a destajo para sacar una familia grande y numerosa, nadie en este país ha podido demostrar que haya ni un solo euro ni una sola hectárea, ni una sola nada».
Su hermano Zoilo ha agregado que ,en las numerosas comisiones rogatorias que se han llevado a cabo en lugares como Suiza, Andorra y Liechtenstein, no han hallado nada de su propiedad: «Absolutamente nada, ni un euro ni cero de patrimonio».
En relación con la compra del hotel Eurocalas de Mallorca por 23,6 millones y del que dejaron sin pagar casi 14 millones, que los seis hermanos avalaron junto a su padre, José María, Zoilo y Alfonso han asegurado que estaban convencidos de que pagarían por completo la operación.
José María ha destacado que tenía «la confianza» de la trayectoria de su padre como empresario. «Mi padre siempre había cumplido con todas esas operaciones que había hecho aplazadas y se veía el gran patrimonio y la gran solvencia que tenía Rumasa. Los bancos venían a las puertas de Somosaguas a hablar con mi padre», ha afirmado.
Ha dicho que fue consciente de los problemas de liquidez que generaron los primeros impagos del hotel, y de que su padre y su hermano Pablo «se desvivían de forma diaria con el fin de dar una solución al tema». Se renegociaron las condiciones y «se dieron más avales con el fin de intentar pagar».
José María Ruiz Mateos ha dicho desconocer los detalles y que el hotel se había hipotecado, así como el otro establecimiento con el que se avaló. «Nos duele en el alma no haber podido terminar de pagar al señor Miralles y a otra mucha gente», ha asegurado. «Ni se hizo intencionadamente ni con ánimo de engañar», ha insistido.
Zoilo Ruiz Mateos ha indicado que «había un patrimonio grande de sociedades detrás» de la operación de compra y que quien compró fue su padre. Ha atribuido los impagos a la crisis económica. «Mi padre sufría no poder pagar sus compromisos esa era su mayor desgracia», ha añadido.
Alfonso Ruiz Mateos también ha dicho que tenía absoluta confianza en que la operación se completaría cuando avaló la compra del hotel mallorquín. Ha detallado que, entre las dos Rumasas, su padre «pudo haber comprado 60 hoteles» y ha añadid que «si no hubiera sido por la brutal crisis», se habría cumplido el pago de éste.