El Grupo Popular en el Ayuntamiento de Palma ha anunciado este miércoles, su salida del pacto de desalojo de Son Banya y reubicación de las familias del poblado, al considerar insuficiente la información facilitada por el Ayuntamiento de Palma sobre sus planes al respecto.
La medida ha sido anunciada por la portavoz de los populares en Cort, Margalida Durán, un día después de la reunión que mantuvo con la concejala de Servicios Sociales, Mercè Borràs.
Según el comunicado emitido por el PP, en ese encuentro, «una vez más, a los populares se les impidió acceder a la información demandada sobre la situación de las 18 familias en proceso de desalojo».
Durán ha explicado que su partido se adhirió a un plan que daba cumplimiento a una sentencia judicial, con el compromiso de una gestión transparente, un trabajo de campo pormenorizado y un análisis detallado caso a caso.
«Se ha incumplido sistemáticamente, ya que «se nos ha denegado el acceso a la información, a la que únicamente hemos podido tener acceso por parte de los colectivos afectados», ha apuntado Durán.
La portavoz del PP ha informado de que hace diez días su grupo pidió información sobre una serie de familias que han quedado excluidas de las ayudas, y que a día de hoy no ha recibido respuesta.
Aunque el Grupo Popular abandona el pacto, Durán ha matizado que este «permanecerá vigilante con la gestión del equipo de gobierno relativa al desalojo de Son Banya».
También ha anunciado que presentará una propuesta para el próximo pleno de noviembre en la que se instará al equipo de gobierno a mantener reuniones mensuales con la oposición para informar de la ejecución del plan, a que no se produzca ninguna demolición sin que haya otra vivienda asignada, se realice un análisis de los casos familia a familia y a que se ponga en marcha un plan de integración para los colectivos afectados.
La postura del Grupo Popular es similar a la del de Ciudadanos, también en la oposición, y que ayer anunció su salida del acuerdo por considerar que el asunto está siendo tratado con opacidad por parte del equipo municipal de gobierno.
Por su parte, el Ayuntamiento de Palma sigue adelante con el plan de Son Banya y el próximo miércoles retomará los derribos. La concejala de Bienestar y Derechos Sociales del Ayuntamiento de Palma, Mercè Borràs, ha asegurado en una rueda de prensa que antes de empezar a derribar chabolas de Son Banya, el consistorio había realizado «una exhaustiva planificación para reubicar a las familias».
Borrás ha defendido dicha actuación, después de que la portavoz del PP, Marga Durán, dijera este martes que el desmantelamiento comenzó sin planificación previa.
«Es cierto que Cort no ha podido conseguir 18 viviendas procedentes del libre mercado, incluso ofreciendo 1.000 euros de alquiler, y que ha tenido que recurrir a viviendas públicas y a un piso de una entidad bancaria», ha admitido sobre la dificultad del realojo, pero ha añadido que solo faltan 4 viviendas.
Según la concejala, en este tiempo, ha habido hasta cinco familias de Son Banya que han rechazado la vivienda ofrecida por Cort.
Borràs se reunió el martes con la portavoz del PP en Cort, Marga Durán a quien no facilitó «información confidencial ni certificados penales de las personas que se van a realojar». «La privacidad es un derecho», ha recalcado. Sobre la salida de Ciudadanos y el hipotético abandono del PP del pacto que el pasado mes de enero firmaron todos los partidos políticos para desmantelar Son Banya, Borràs ha asegurado: «Nosotros vamos a seguir adelante porque consideramos que se está respetando este pacto de manera escrupulosa».
«Si disponemos de suficientes efectivos policiales, el próximo día 7 de noviembre continuaremos con las demoliciones de las casas de Son Banya», ha concluido.