Las primeras medidas para evitar el cierre de las playas de Can Pere Antoni y Ciudad Jardín no llegarán hasta finales de 2020. Así lo ha asegurado la regidora de Ecologia, Agricultura i Benestar Animal, Neus Truyol este jueves en una rueda de prensa. Así, hasta esa fecha, cada vez que llueva y haya vertido se tendrán que cerrar las playas «por responsabilidad al tratarse de un tema de salud pública», ha asegurado.
Además, ha explicado que se trata de un problema histórico, ya que la depuradora del Coll d'en Rabassa tiene más de 40 años. También ha acusado a los gobiernos anteriores, especialmente al del Partido Popular, de ocultar este problema. «En la pasada legislatura cuando había un vertido no se cerraban las playas», ha afirmado Truyol.
Ha acusado al PP de «cinismo», ya que no cerraban playas y no reivindicaban inversiones.
Prevención
Actualmente, cada vez que hay un vertido, las playas de Can Pere Antoni y Ciudad Jardín se cierran de manera preventiva y se recoge una muestra para analizar. Una vez que la analítica confirma que el agua es óptima para el baño se vuelve a abrir la playa.
El Ayuntamiento de Palma lamenta esta situación, pero ha insistido en que ahora mismo no hay solución.
Truyol ha explicado que se ha recuperado el canon de saneamiento, que asciende a un total de 26 millones de euros, para hacer un colector y un depósito que recogerá las primeras aguas de lluvia que son las que provocan los vertidos. Las obras se iniciarán a final de año y tardarán dos años.
En cuanto a la depuradora del Coll, las obras no empezarán hasta dentro de dos años y tardarán un total de cuatro.