La Empresa Municipal de Transportes de Palma (EMT) anunció hace unos días que modificaba el recorrido de la línea 20 (Sant Agustí-Son Espases) para enlazar Son Espanyolet con el hospital público, pero esta reprogramación del itinerario no ha gustado nada a los vecinos de Sant Agustí, que se sienten perjudicados por la eliminación de cinco paradas, lo que supone que «nos ha dejado prácticamente sin servicio de autobús y no nos vamos a rendir», asegura Pilar García, una de las vecinas que encabeza la movilización vecinal iniciada tanto en la calle como en las redes sociales y que ha llevado a recoger, hasta el momento, más de 400 firmas.
Desde el pasado día 17 la línea 20 ya no pasa por calles de Sant Agustí como Can Tàpera, Noruega o Son Toells. «Esta última es la que tiene más pendiente, está pegada al bosque, y ahora los vecinos tiene que bajar y subir a pie para, entre otras cosas, ir al centro de salud, a la playa o a la compra», explica García. Y, más aún, denuncia que hay taxistas que se niegan a subir esta calle «porque es un trayecto corto para ellos». Esta residente destaca que «hay muchísima gente afectada por esta supresión de paradas, mucha gente mayor, personas con discapacidad, mujeres embarazadas, etc.».
Los vecinos no han recibido ninguna explicación oficial por parte de la empresa municipal, y en opinión de García, «supongo que ha sido porque hasta aquí sube poca gente y no les debe resultar rentable». Pero los afectados entienden que «los que vivimos aquí tenemos un derecho adquirido desde hace más de ocho años y no nos lo pueden quitar de forma arbitraria».
Por eso, afirman estar «indignados» y reclaman al alcalde que «dé una solución inmediata, no dentro de tres meses, que nos restituyan las cinco paradas porque hace mucho calor y vivir aquí ahora mismo es cruel».