El monto total de las sanciones interpuestas a los taxis piratas en Mallorca durante los dos primeros meses de esta temporada turística asciende a unos 40.000 euros, una cuantía que supera la de todo el año pasado.
El directivo de la Asociación Sindical de Autónomos del Taxi, Pau Arias, ha explicado hoy que en el aeropuerto de Palma operan unos 35 taxis pirata de unas diez plazas cada uno, que pueden llegar a pedir hasta 20 euros por pasajero para trayectos como el de Magaluf.
«En verano se nota la presencia de estos taxis porque cuando llegas al aeropuerto te das cuenta de que la gente que está esperando no solicita carreras interesantes o de largo recorrido», ha señalado Arias en declaraciones a Efe.
Además, ha apuntado que el beneficio de las empresas de taxis durante la temporada alta debería servir para compensar la disminución de los ingresos que tienen estas compañías durante el resto del año aunque, «como los taxis piratas llegan antes al punto de recogida de clientes», se nota su presencia cuando revisan «la caja».
Arias ha criticado que estas bandas, a pesar de estar realizando «a la desesperada» una actividad ilegal, tienen una oficina en el interior de Son Sant Joan en la que se anuncian como «empresa de transporte».
«No entendemos como Aena permite que los taxis pirata tengan un 'chiringuito' en el interior del aeropuerto aún sabiendo que está demostrado que se dedican a una actividad ilegal», ha denunciado el directivo.
Según Arias, el problema de tener la «base de operaciones» dentro de Son Sant Joan es que estas bandas «suelen cambiar su nombre cada verano» y, de esta manera, «despistan» tanto a la administración pública como al gestor aeroportuario.
Al cambiar el nombre de la compañía anualmente, las deudas y las multas que les han sido interpuestas pasan a ser responsabilidad de una empresa insolvente o que ya no existe, ha indicado el directivo de la asociación.
«Es verdad que la administración está haciendo todo lo posible, pero eso no es suficiente porque, al final, se trata de una mafia que lo que busca es hacer las horas suficientes para hacer en un verano la caja de un año», ha manifestado.
También ha explicado estas «mafias» pactan el precio del servicio con el cliente y «regatean» con ellos, por lo que no están obligados a emitir facturas y, al ser un negocio ilegal, no tienen que declarar nada.
«No queremos que pongan multas o que abran expedientes, queremos que la administración erradique esta actividad ilegal que, está demostrado, que va a más en el aeropuerto de Palma», ha concluido Arias.