La presidenta del Govern, Francina Armengol, confirmó este miércoles que el plan de movilidad no incluye la previsión de ninguna nueva carretera en los próximos diez años, más allá de las que ya están en marcha, es decir, la vía conectora, el desdoblamiento hasta Campos y las rondas de Lloseta y Algaida, entre otras.
«No se construirá más red viaria», confirmó el director general de Mobilitat, Jaume Mateu, quien añadió que el propósito de este ambicioso plan es desincentivar el uso del transporte privado en vehículo y lograr que el volumen de tráfico se reduzca entre un cinco y un ocho por ciento en los ocho años de vigencia del plan. «Queremos reducir la congestión del tráfico sin recurrir al sistema empleado hasta ahora de construcción de nuevas carreteras», insistió la presidenta del Govern.
Los datos aportados por el Govern son más que elocuentes: el 56 por ciento de los trayectos que realizan los residentes se hacen en vehículo privado cuando la media de España es del 36 por ciento. Se busca acercarse a la media con medidas que incentiven la movilidad a pie o en bicicleta, especialmente en el centro de las ciudades.
El objetivo del Govern es ambicioso, a tenor de los datos de ocupación de las principales carreteras de Mallorca. Un ejemplo es la vía de cintura, por la que pasan al año 147.453 vehículos. Si no se actúa, la previsión es que pase a 160.212 vehículos diarios en ocho años; con la intervención prevista, el cálculo es reducir la ocupación hasta 110.762 vehículos al año.
El plan incluye un apartado para la movilidad turística. Se prevé la regulación de la movilidad de los vehículos de alquiler, el fomento de la utilización de los servicios de transporte discrecional, la optimización y mejora del servicio de taxi y un plan de servicios de costa en Ibiza, Palma y Maó durante los meses de verano. «Los coches de alquiler tienen un impacto claro en la movilidad, por eso el objetivo es reducirlos», afirmó el director de Mobilitat.