El director general del Servicio de Salud (IbSalut), Juli Fuster, ha confirmado el hallazgo de deficiencias en el aislamiento de los conductos de ventilación del Hospital Can Misses, así como en el exterior del edificio.
Fuster ha asegurado que no es una «labor fácil» encontrar el origen de la presencia de moscas en el hospital porque hay que «desmontar estructuras existentes», como dobles techos.
«Se han tenido que hacer catas, cosa que no se tuvo que hacer en 2017 porque el problema se detectó en el forjado del suelo», ha declarado Fuster, quien ha reconocido que en un hospital «tan reciente» no podían imaginar problemas de estanqueidad en las partes altas.
«La buena noticia es que ya se procede a solucionar estas deficiencias», trabajos que están a punto de concluir. Asimismo, Fuster ha celebrado en Ibiza diversas reuniones con responsables de los servicios quirúrgicos y los comités de gestión del cierre de quirófanos.
El director general ha pedido disculpas a los pacientes y profesionales «que han visto alterada su dinámica de trabajo». La prioridad, ha dicho, es que los pacientes puedan ser intervenidos en Can Misses.
Fuster ha repasado los hechos acontecidos en el Hospital en relación a la aparición de moscas y ha recordado que, tras la última incidencia, desde Salud trabajan para garantizar la seguridad de los usuarios y llegar al «fondo de la cuestión».
«El desplazamiento de técnicos de Salud ha sido permanente y se han celebrado múltiples reuniones con los equipos asistenciales», ha reiterado.
Fuster ha reconocido que los técnicos de Salud deberán revisar los trabajos realizados hasta el momento y además volverán a cambiarse los filtros de ventilación, instalados desde abril «para evitar la presencia de cualquier larva».
Así se podrá a proceder a los análisis microbiológicos de los quirófanos y, si las pruebas son pertinentes, seis quirófanos podrán reabrir la próxima semana.
En una segunda fase, estos quirófanos serán sellados con escayola y se estudiarán posibles deficiencias en la zona donde ahora se opera de urgencia, así como en el área de cirugía ambulatoria, aunque allí no se encontraron insectos. Para esta fase, el tiempo estimado de los trabajos es una semana.
Además, se llevará a cabo la ampliación de vestuarios a petición de los profesionales y se impulsarán cambios «mejorables» en las circulaciones de estos sanitarios, aunque ello no afectará a la actividad en los quirófanos.
En una cuarta fase, se mejorará el exterior del edificio para eliminar la estanqueidad detectada en algunas partes.
En total, 139 operaciones han sido desprogramadas, 7 han sido derivadas a Son Espases, dos a la Policlínica Nuestra Señora del Rosario y tres se han realizado de urgencia en Can Misses. «Puestos a buscar, hay que buscar por todo», ha concluido Fuster.
Para la gerente del Área de Salud de Ibiza y Formentera, Carmen Santos, «las actuaciones cuentan con el aval de técnicos propios y externos, especialistas en la materia» y ha dicho que realizar por fases el sellado de los quirófanos, además de ser una recomendación técnica, permite asumir la actividad quirúrgica de manera gradual y ofrecer las máximas garantías de seguridad.