La Federació de la Petita i Mitjana Empresa (PIMEM) de Mallorca se ha mostrado este miércoles «totalmente contraria» a la decisión de la Abogacía del Estado de presentar un recurso contencioso administrativo contra las subvenciones públicas del Ayuntamiento de Pollença a la rotulación de comercios en catalán.
Esta entidad entiende que esta ayuda no incumple «de ninguna manera» la norma constitucional sobre la igualdad de las lenguas cooficiales de las Islas Baleares.
Además, la PIMEM coincide con el alcalde de Pollença, Miquel Àngel March, al defender esta ayuda, que en distintos municipios de Mallorca se viene concediendo desde hace ya 20 años, que cuenta con la aprobación social y política y que «nunca había sido un problema, hasta ahora».
«No podemos permitir que una simple partida, que no cuenta con un presupuesto superior a 5.000 euros, tenga una repercusión tan grave para la Delegación de Gobierno de las Islas Baleares», ha señalado esta entidad.
Para la PIMEM, la «preocupación» que algunos partidos políticos están mostrando durante los últimos años respecto a las lenguas de nuestra comunidad «la consideramos desde nuestra institución desmesurada e innecesaria».
En este contexto, esta organización considera que el «único problema» que hay actualmente entre el castellano y el catalán es el provocado por estos mismos partidos, que «hacen de la educación lingüística una batalla innecesaria y partidista para intentar desestabilizar al contrario».
«Apoyar y fomentar el comercio a través de nuestra lengua propia nunca puede ser visto por los partidos de nuestras islas como un inconveniente; no debemos cometer el error de percibir este tipo de subvención como un ataque deliberado hacia la igualdad y la estabilidad lingüística», asevera la PIMEM en su nota.