El obispo, Sebastià Taltavull, ha dedicado la homilía de la misa de la noche de Navidad, en la Catedral de Mallorca a la "Sibil·la" como símbolo de la Navidad cristiana.
Taltavull ha recordado que dicho cántico medieval es más que un valor cultural de larga tradición histórica, según la homilía facilitada por el Obispado de Mallorca.
Ha recordado que este símbolo de las fiestas de Navidad está reconocido como patrimonio inmaterial de la humanidad de la Unesco desde 2010 y antes de eso fue declarado Bien de Interés Cultural por el Consell de Mallorca en 2004.
"Es más que un texto literario, mucho más que un punto de atracción o interés cultural. Es una interpelación a la conciencia sobre la coherencia de la fe cristiana y el comportamiento que los cristianos, los seguidores de Jesús, hemos de tener", ha proclamado.
El obispo ha tenido palabras de recuerdo para "los hombres y mujeres, niños y ancianos" que viven situaciones extremas en los campos de refugiados del Líbano, en lugares de persecución de Centroafrica, Egipto, Irak y Palestina, y ha señalado que el juicio final que canta la Sibil·la "pide una vida cristiana más auténtica, abocada a hacer el bien a los demás, con preferencia a los más pobres y excluidos".
Taltavull ha pedido que las expresiones de felicitación propias de las fiestas navideñas, gestos y palabras que muestran una especial sensibilidad "por todo aquello que es bondad, sencillez, humildad, ternura y estima" no queden reducidas "solo a unas fechas de final y principio de año".
El obispo ha invitado a ir más allá del cántico medieval como tradición cultural de la isla y a vivir la Navidad cristiana de amor y de "triunfo del bien sobre el mal que la Sibil·la canta".