El consumo de agua se ha reducido ligeramente en Palma entre enero y noviembre de 2017, pese a que este año la temporada turística ha batido todos los récords históricos. En concreto, Emaya ha distribuido 33.304.931 metros cúbicos de agua en lo que va de año; se trata de un 1,2 % más que en el mismo periodo anterior.
No obstante, desde la empresa municipal precisan que el consumo de agua sigue estando por encima del promedio de los últimos años.
La presidenta de Emaya, Neus Truyol, explica que en 2016 se produjo un «crecimiento acentuado», ya que fue un ejercicio en que hubo un repunte del consumo doméstico, al tiempo que un incremento de la llegada de turistas. Además, añade que fue un año de sequía, que tiene un primer efecto de incremento de consumo. «Llueve menos y se gasta más agua para limpiar el coche, las terrazas, regar...», explica.
En este sentido, aclara que las campañas de concienciación tienen efecto unos meses después. «Aunque baje el consumo en relación a 2016 estamos en línea de crecimiento, comparado con los años anteriores. Por tanto, debemos seguir trabajando para conscienciar a la población y mejorar en medidas de ahorro, eficacia y eficiencia».
En este orden de cosas, recuerda que Emaya ejecuta proyectos de renovación de la red para reducir pérdidas y en 2018 invertirán dos millones en la renovación de diferentes puntos del Arenal, plaza de Toros y el Amanecer. Además, se está incrementando el uso de agua regenerada para riego y limpieza.
Truyol hace especial hincapié en la importancia de las campañas educativas y de educación ambiental en los colegios. Y subraya que durante este curso escolar se está experimentando «un gran crecimiento de demanda» de estas campañas.