La Iglesia de Mallorca no tiene ninguna intención de volver a celebrar funerales con el cuerpo del difunto presente durante la ceremonia religiosa. Esta práctica la suspendió el Consell Episcopal en el año 1985, bajo el mandato del obispo Teodor Úbeda.
La Direcció General de Salut Pública i Participació está ultimando el nuevo decreto que regula la sanidad mortuoria, en el que se piensa autorizar los funerales de cuerpo presente, prohibidos por la normativa autonómica de 1997, pero que se han continuado celebrando en Menorca y las Pitiüses.
El vicecanciller del Bisbat de Mallorca, Josep Adrover, explicó este lunes que «desde el 1 de enero de 1986 no se celebran funerales con el cuerpo del difunto en las iglesias de Mallorca», una medida que el Bisbat tomó doce años antes de que se aprobara la actual normativa autonómica que regula la sanidad mortuoria.
«Cuando el número de funerales fue creciendo en la Isla, sobre todo en Palma, se hizo muy complicado el poder llevar a cabo la ceremonia religiosa con el cuerpo del difunto en buen estado, por lo que se decidió prohibirlo», afirma.
La medida de no celebrar funerales de cuerpo presente primero se puso en marcha en Palma «y posteriormente se decidió que tampoco se realizarían en la Part Forana», añade.