El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha denunciado que la reducción del porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB) destinado a Sanidad prevista por el Gobierno demuestra que «los recortes no han acabado», y reclama que aumente el porcentaje del PIB destinado a Sanidad, ya que «los ciudadanos y profesionales continuarán sufriendo el deterioro progresivo» del Sistema Nacional de Salud.
El Plan Presupuestario remitido a la UE por el Gobierno, según señalan, prevé que el porcentaje del PIB destinado a Sanidad sea el 5,8 por ciento para el año próximo, 0,2 puntos menos respecto a la cifra actual. Esta situación, afirman, «constata que continuará la política de desinversión pública».
El Sindicato de Enfermería considera que el objetivo debería ser aumentar, al menos, hasta el siete por ciento el gasto público destinado a Sanidad en nuestro país, teniendo en cuenta que la media en la UE alcanzó ya el 7,2 por ciento en 2015, según la Oficina Europea de Estadística Eurostat, y la mayoría de los países han vuelto a aumentar sus correspondientes partidas sanitarias tras los años de crisis.
«Antes y durante la crisis nos reiteraron las autoridades públicas y responsables políticos que la necesidad de hacer recortes era coyuntural y que, una vez superada la misma, se volvería a asegurar una inversión adecuada en nuestro SNS, ahora, lamentablemente, vemos que no es así», afirman desde la organización sindical.
A juicio del Sindicato, «esta desinversión sanitaria pone en grave riesgo el mantenimiento y sostenibilidad futura del sistema sanitario, advirtiendo que se cronificarán problemas, como el aumento de las listas de espera, la reducción o cierre de servicios y la escasez de profesionales sanitarios, principalmente, enfermeras, y recursos materiales».
«Hay que mejorar la financiación sanitaria a través de su optimización, implementando mecanismos de supervisión y auditoría del gasto, y teniendo en cuenta, además, que el control de la gestión abarca no solo a las grandes decisiones y sus gestores sino también a la micro gestión que cada gerente realiza en su ámbito de responsabilidad», concluyen.
La organización sindical propone una mayor rentabilidad de los recursos materiales y medios disponibles (TAC, RNM, quirófanos, etc); la potenciación de la Atención Primaria y una mejor coordinación entre los diferentes niveles asistenciales; una adecuada planificación de los recursos humanos, la centralización de compras, o una mayor inversión en prevención, promoción y educación para la salud.
En definitiva, concluyen, «debe hacerse un esfuerzo por parte de todas las administraciones públicas para preservar y mejorar un Sistema Nacional de Salud público, financiado vía Presupuestos Generales del Estado, y en el que la igualdad, la cohesión, la equidad y la calidad de la asistencia sean sus ejes principales».