La Junta de Gobierno aprobó este miércoles los pliegos administrativos y técnicos que regirán la contratación de un servicio de dinamización lingüística, que se desarrollará en tres zonas de Palma y con el que se recupera la figura del mediador lingüístico. El concejal de Cultura, Patrimoni, Memòria Històrica i Política Lingüística, Llorenç Carrió, explicó que el objetivo de la iniciativa es «impulsar el conocimiento y el uso de la lengua catalana en todos los ámbitos y sectores de la sociedad y promover la participación ciudadana en el proceso de recuperación lingüística».
Carrió aseveró que se trata de la actuación en materia de política lingüística «más ambiciosa de esta legislatura». «Consideramos que con este servicio Palma, asumiendo su peso demográfico, se consolida como un motor para la normalización lingüística y un referente indiscutible para los otros municipios», destacó.
Las zonas que se han escogido para el desarrollo del servicio son tres: La zona A incluye los barrios de Son Gotleu, Pere Garau y la Soledat; la zona B, el Rafal, el Viver y son Cladera, y la zona C comprende los barrios del Campo Redó y Cas Capiscol.
Según explicó, se han escogido estas barriadas porque «Cort dispone de infraestructuras que podrán dar apoyo al servicio y son zonas de atención preferente al tener una alta población de recién llegados». El presupuesto del servicio es de 155.760,77 euros, que se computará en dos años, y el servicio requerirá tres dinamizadores y un cordinador.
El servicio tendrá que ofrecer cuatro programas: El comercial, con actuaciones destinadas a los comercios y las empresas de servicios para incentivar el uso del catalán tanto en la rotulación como en la atención al cliente; el escolar, con acciones en este ámbito para reforzar el aprendizaje del catalán y la integración cultural; el sociocultural, para reforzar o introducir el uso del catalán en actividades lúdicas y culturales; y por último, el programa intercultural, que difundirá información a los recién llegados sobre el catalán como elemento integrador. Carrió recordó que «cuando llegamos al Gobierno había un presupuesto de 500 euros para política lingüística y en 2016 y 2017 ha sido de 50.000 euros».