La prohibición de aparcar en la zona ORA de toda Palma para celebrar el Día Europeo sin Coches ha generado este viernes por la mañana algunas quejas, sobre todo, por parte de trabajadores que «no tenemos otra opción que venir en coche» y de quienes, sin conocer la medida, se han visto sorprendidos y, una vez advertidos por los controladores de la ORA o los paneles informativos, han tenido que volver a subir al coche para aparcar «en la zona blanca, con mucha dificultad».
Los más despistados han sido los turistas, que no conocían que este viernes el estacionamiento en la zona azul es sancionable hasta las 20.00 horas.
Desde el Ayuntamiento de Palma han asegurado que la jornada se está desarrollando con tranquilidad y que las entradas a las colegios se han vivido con normalidad.
A las nueve y media, los parkings disuasorios gratuitos para esta jornada (Marquès de la Sènia, sa Riera o calle Manacor) mostraban un ritmo normal de entradas y salidas e informaban a los usuarios del coste cero. Algunos ciudadanos sorprendidos en el centro de la ciudad por la prohibición de hacer uso de la ORA, a excepción de los residentes, han optado por estacionar en los aparcamientos públicos. «No me ha quedado más remedio que aparcar y pagar porque desconocía que no se podía aparcar», compartía Marga Creuer.
Otros ciudadanos aplaudían la medida y reconocían que han dejado el coche en casa y han utilizado el transporte público. Residentes, como Antonio Mena, reconocían que la ciudad este viernes «está más limpia», aunque no está de acuerdo con que se sancione a quienes se aparque en la ORA.
Cabe recordar que, como alternativa a utilizar su vehículo, también se puede aparcar en los espacios gratuitos de Son Fuster y Son Sardina. Serán durante toda la jornada gratuitas las líneas 2, 6, 10 y 24 de la EMT, así como el metro y las líneas de tren.
El regidor de Movilidad de Cort, Joan Ferrer, ha comparecido para explicar cómo se está desarrollando la jornada. Asegura que los aparcamientos municipales que este Día sin Coche se ofrecen a los ciudadanos gratuitamente, están «mucho más llenos que una día ordinario». Ello, según Ferrer, demuestra que la «alternativa que nosotros habíamos puesto está siendo amparada».