El juicio contra Jaume Matas por la contratación de los arquitectos que se ocuparon de diseñar el Palma Arena quedó suspendido el viernes, a la espera de que aparezca o no Ralph Schürman, el primero de los que intervino en la obra. El arquitecto alemán, que reside en Suiza, había sido solicitado por la Fiscalía y la Abogacía del Govern como testigo. Fue citado en abril por la Audiencia y no respondió hasta el mismo día que empezaba el juicio. En un escrito anunciaba que no pensaba comparecer porque ya no se acordaba de nada y ya había declarado durante la instrucción.
Desde entonces, la Audiencia ha intentado localizarle a través de consulados alemanes pero sin éxito. El viernes, tras terminar de practicar el resto de las testificales y las periciales, las acusaciones pidieron una suspensión para que pudiera ser localizado. Se le considera un testigo clave ya que fue el beneficiario del primero de los contratos. La fiscal, Laura Pellón, anunció que la Guardia Civil le había localizado y que el lunes tiene un vuelo a la Isla a las nueve de la mañana.
De esta manera, la vista quedó en el aire hasta el mismo lunes a las cinco, por si es posible que Schürman declare. Si no, se irá directamente a las conclusiones el martes o el miércoles, aún está por definir.
También declararon varios peritos, entre ellos una arquitecta de Hacienda que hizo una valoración de las obras y que estableció que el precio final del velódromo fue de 79 millones de euros. De esa cantidad que pagó el Govern, hay un total de 12 millones que corresponde a facturas duplicadas o partidas que se pagaron y que no están justificadas en las obras, según la experta.