El impuesto sobre estancias turísticas doblará su importe medio a los 3 euros por persona y día a partir de 2018, con lo que su precio fluctuará entre 1 y 4 euros, lo pagarán también los cruceristas desde que pisan suelo balear, y con todo ello el Govern prevé recaudar 120 millones anuales.
El vicepresidente y conseller d'Innovació, Investigació i Turisme, Biel Barceló, y la consellera de Hisenda i Administracions Públiques, Catalina Cladera, han informado en rueda de prensa de este acuerdo del incremento del impuesto turístico al que han llegado con el resto de grupos parlamentarios que apoyan al Govern.
El vicepresidente ha facilitado una serie de datos que confirman que la ecotasa no ha supuesto una merma en las visitas y el gasto de turistas en las islas, y ha indicado que su aplicación «está absolutamente normalizada».
La consellera ha informado de que para hacer efectivo estos incrementos se deberá modificar la ley del impuesto turístico y se incluirá en la de los presupuesto autonómicos de 2018.
Ambos han insistido en que este incremento está justificado ya que ha tenido gran «aceptación social» y su recaudación sirve para revertir el impacto que tiene sobre el territorio la llegada de los turistas a las islas.
El impuesto turístico prevé recaudar desde su aplicación y hasta este año 100 millones, con lo que con el incremento se espera alcanzar los 120 millones anuales. Solo por los ingresos de los cruceristas, que hasta ahora solo pagaban si estaban más de 12 horas en las islas, se ingresarán 1,8 millones de euros.
Las bonificaciones en temporada baja se mantendrán para incentivar la desestacionalización, así como para los menores de 16 años, con el fin de fomentar el turismo familiar, ha detallado Barceló.