La Audiencia de Palma ha condenado a una mujer, que había demandado a los propietarios de una vivienda que alquiló por no devolverle la fianza, a abonarles a los arrendatarios 3.590 euros por los daños y desperfectos que ocasionó en la casa mientras estuvo viviendo en ella.
La sección tercera del tribunal provincial ha desestimado un recurso interpuesto por la mujer contra una sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 19 de Palma que la había condenado a pagarles a los arrendatarios 1.417 euros; y ha admitido parcialmente el que interpusieron los dueños de la casa, elevando la cuantía.
La mujer demandó a quienes le habían alquilado la vivienda porque, tras haber abandonado la cada y haber devuelto las llaves junto con un acta de una notario acreditando que estaba en perfectas condiciones, no le habían retornado los 750 euros de la fianza.
Los demandados se opusieron y plantearon a su vez una demanda reconvencional, alegando que la fianza debía aplicarse a reparar los daños causados, que superaban con mucho esa cantidad, y reclamando a su vez que su antigua inquilina fuera condenada a pagarles 5.705 euros.
El Juzgado de Primera Instancia número 19 de Palma rechazó la demanda de la arrendadora y admitió en parte la de los arrendatarios, por considerar acreditados parcialmente daños en un sofá, la cocina y el pavimento. Condenó a la mujer a abonar 1.417 euros.
La sala asegura que cuando la mujer abandonó la vivienda existían unos desperfectos que, en el acta notarial que presentó, «se intentaron disimular».
Añade además que considera que, por una fotografía que hicieron los propietarios dos días después de que la mujer se fuera y por lo relatado por un testigo y un perito, los daños causados en el suelo «no eran tan puntuales» como se estimó en la primera sentencia y requirieron que se sustituyera toda la superficie.
La sección tercera eleva por ello la cuantía de los daños ocasionados, que deberá pagar la mujer, a 3.590 euros.