Unos 200 vecinos de Son Rapinya se han manifestado este domingo por la mañana para pedir la apertura de los caminos públicos de Palma, en concreto, del conocido como Camino del Colesterol, un tramo del Camino de Puigpunyent, que tiene el paso cortado por parte de la empresa que gestiona el golf Son Quint.
La presidenta de la Asociación de Vecinos de Son Rapinya, Marisa Bonache, ha explicado en declaraciones a Europa Press que la empresa del golf ha colocado guardias jurados en las entradas del camino y carteles disuasorios con el objetivo de impedir el paso a los caminantes, algo que «no pueden hacer».
De hecho, según ha indicado, uno de los guardias -sin saber que Bonache es la responsable del movimiento- trató de impedirle el paso a ella misma amenazándola con llamar a la policía si entraba, a lo que la presidenta de la asociación respondió que no podía hacer eso.
La presidenta de la Asociación de Vecinos de Son Rapinya ha indicado que la compañía que gestiona el golf proviene de Alemania y tiene una naturaleza «especulativa, depredadora y de acumulación de riqueza», pues en su momento, se comprometió a dejar los caminos abiertos.
Por otro lado, Bonache se ha declarado «encantada» porque el Ayuntamiento de Palma se ha mostrado interesado con el caso y se están llevando a cabo las negociaciones precisas, sin embargo, ha considerado que el Consistorio está siendo «demasiado prudente» y ha lamentado la «lentitud y burocracia» del proceso.
Por otra parte, Bonache ha afirmado que este problema se está dando también en otros municipios. Empresas privadas compran solares con la condición de dejar abiertos los caminos que pasan por ellas para los viandantes, pero estas tratan de disuadir el paso con carteles que, para personas que no tienen conocimiento del funcionamiento, pueden parecer prohibitivos.
El Camino del Colesterol es un tramo del Camino Real de Puigpunyent, y además, es una de las rutas recomendadas por el centro de salud de la zona para personas con movilidad reducida o familias por su baja dificultad. Se sitúa en la falda de la montaña, por lo que es frecuentemente transitado por personas que desean dar un paseo y ejercitar su movilidad.
Así pues, los vecinos de Son Rapinya han denunciado que el golf, «poco a poco, ha ido extendiendo su trazado y dando mordiscos al territorio, cerrando caminos transitados desde muy antiguo».
Por último, Bonache ha afirmado que la manifestación se ha desarrollado de forma tranquila, y se han adherido representantes de otras asociaciones y organizaciones interesadas. Ha comenzado este domingo a las 10.30 horas enfrente del colegio La Salle de Palma y ha terminado en el Cementerio de La Vileta con la lectura de un manifiesto.