Los vecinos del bloque VIII de ‘Corea' llevan años esperando que se haga realidad el derribo del edificio y su realojo a un piso en mejores condiciones, «pero aquí seguimos y el Ajuntament no nos dice nada», lamenta Ramón Amaya. «En 2010 ya se iba a tirar el edificio y nos prometieron una casa, nos la enseñaron y al final nos quedamos sin ella porque la ocupó una mujer con su hijo discapacitado», recuerda este residente del Camp Redó. Además, critica que «ahora Cort está rehabilitando 20 pisos de su propiedad pero se los van a dar a personas que no son del barrio». «Estamos cansados de esperar, quiero mi casa ya, porque estamos en la peor calle del barrio, pagando una hipoteca por una casa de una habitación y con tres hijos», asevera.
Dolores Castillo vive un poco más arriba, en un tercero, desde el año 1953 y ya hace años que terminó de pagar su casa. Insiste en que el bloque está en muy malas condiciones.
Gabriel Guardiola es otro de los habitantes afectados. «Estoy aquí desde hace 50 años y lo que han hecho no está bien, nos enseñaron otras casas y luego se las dieron a otros».
Al mismo tiempo que estos vecinos hacían estas declaraciones, un emisario de Cort colgaba en las entradas de los portales de este bloque una nota en la que se convoca a una reunión el día 15.