El primer efecto del ‘Brexit' ha sido el desplome de la libra esterlina a su nivel más bajo en 31 años. Un efecto que en el caso de zonas turísticas como Magaluf –donde la clientela es eminentemente británica– se empieza a notar de forma más o menos intensa.
La depreciación del pound con respecto al euro ha afectado al bolsillo del turista inglés y, por extensión, al comercio de Magaluf. Especialmente a las oficinas de cambio, licorerías y estancos.
Toni Mayol regenta una oficina de cambio de moneda en la avenida Magaluf y no oculta que el Brexit y su efecto sobre la libra ha sido nefasto. «La bajada de volumen de negocio ha sido brutal. Un 70 por ciento menos de turistas vienen a cambiar y los que vienen cambian lo mínimo», asegura.
El día antes del ‘Brexit' la libra se cambiaba a 1,26 euros y ayer a 1,13. Pero lo peor es que nada hace pensar que pueda descartarse a corto plazo la paridad entre la libra y el euro.
La paridad ‘una libra, un euro' no es una escenario descabellado. De hecho, ya se produce en otras exchange offices de la zona, afirma Harry Gregory, inglés residente en Magaluf y empleado en una agencia de viajes y venta de excursiones. «A mi me beneficiará cuando viaje a Inglaterra, pero para los ingleses la caída de la libra es malo. Para ellos y para nosotros, pues al recibir menos euros por sus libras gastan menos», sostiene Gregory.