El pasado Primero de Mayo (no podía ser otra fecha tratándose de un izquierdista histórico) la regidora Neus Truyol casó a Tomeu Tugores con su eterna compañera Cati. Llevan treinta años juntos y tienen dos hijas, por lo que Tomeu abrazó la conclusión de que le había llegado la hora de firmar papeles. Como se sabe, Tugores está al frente de Multimedia, empresa pública del Govern que vela por las comunicaciones, a las órdenes del vicepresident Biel Barceló.
Al día siguiente hubo fiesta político-conyugal (tratándose de Tomeu no puede calificarse de otra manera) en el Teatre del Mar del Molinar. Allí estaban Biel Barceló y el grueso de los cargos políticos de su Conselleria, incluido Pere Muñoz; pero sobre todo estaba la plana mayor de Iniciativa: Miquel Rosselló, Lila Thomàs, Josefina Santiago, David Abril, Pau Vílchez, su padre Pep, Neus Truyol... Todos provienen de Esquerra Unida, y anteriormente muchos de ellos del PCE, incluso curtidos en la clandestinidad, y alguno, como Miquel Rosselló, en las cárceles franquistas. Ahora se han convertido en el motor para conseguir una acuerdo de todas las fuerzas situadas a la izquierda del PSIB -PSOE en las próximas generales en Balears, incluida la EU de Carmona y Grosske, y pequeñas formaciones afines.
«No propugnamos este entendimiento para colocar nombres en las listas,sino para lograr la unidad», asegura David Abril, el más convencido unionista de todos ellos. La gente de Més hace números: en las pasadas generales Podemos sacó 110.000 votos y dos diputados, mientras que MÉS superó ligeramente los 30.000 y EU alcanzó los 10.000 y se quedaron sin representación. Todos juntos aspiran a los 150.000 sufragios, superando los 140.000 del PP, «para convertirnos en la primera fuerza del Archipiélago con tres diputados y con mayor fuerza en el Senado». Incluso los más recalcitrantes miembros del PSM, que quieren mantener la esencia nacionalista de este partido, ya ven que no pueden frenar este huracán en pro del entendimiento. Otras cosa será si la esencia nacionalista votará en el último momento por el juez Yllanes, pero de momento «todos los afluentes confluyen en este río unitario».
Los números electorales formaron parte de la fiesta de la boda de Tugores. Si les salen las cuentas (habrá que verlo porque en política dos y dos jamás son cuatro), entre esta coalición encabezada por las tropas de Jarabo e Yllanes y el PP por el otro lado se quedarán en conjunto con seis diputados y sólo restarán dos a repartir entre el PSIB-PSOE y Ciudadanos. No hay que olvidar que en los tiempos dulces de Zapatero los socialistas tenían cuatro diputados en el Archipiélago y ahora deben luchar a brazo partido por el segundo.
Por eso salió tan redonda la boda de Tomeu Tugores. «Todo llega en esta vida», comentó algún miembro de Iniciativa. A Tomeu le ha costado tantos años casarse como a los que están a la izquierda del PSOE alcanzar un entendimiento general.