Desde la nueve hasta la medianoche se ha prolongado la procesión de La Dolorosa, la única que recorrió las calles de Palma entre la parroquia de Sant Nicolau y la iglesia de l'Anunciació, que custodia el venerado Crist de La Sang, en la plaza de l'Hospital.
Antes de la salida, los monaguillos de la cofradía vendieron confites a los cofrades, para recaudar fondos destinados a la asistencia social.
Los penitentes desfilaron por las calles más céntricas de Palma acompañando la imagen de La Dolorosa, la segunda más antigua y que este año ha cumplido los 106 años de historia. La primera es la cofradía de la Cruz de la Calatrava. La Dolorosa cuenta con alrededor de 220 caballeros y damas cofrades.
Cerca de la medianoche La Dolorosa ha llegado a la iglesia de l'Anunciació, donde fue recibida con una salve de bienvenida. La imagen, obra del escultor Galmés, permanecerá en La Sang hasta este jueves, cuando se incorporará a la solemne procesión del Jueves Santo que sale, como ya es tradicional, del mismo templo.