Los principales representantes de las instituciones de Balears y del Gobierno en las islas han mantenido este martes un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas de los atentados de Bruselas, a las puertas de la sede del Parlament balear.
Además de los diputados autonómicos, encabezados por la presidenta del Parlament, Xelo Huertas, que han hecho también un minuto de silencio al inicio del pleno de este martes, han estado entre otros, la delegada del Gobierno, Teresa Palmer, el vicepresidente del Govern, Biel Barceló, y el alcalde de Palma, José Hila.
La cónsul de Bélgica en Balears, Chantal Jourdain, ha acudido a la convocatoria y ha agradecido la «solidaridad» y el apoyo de las autoridades de las islas, de la sociedad balear y de la comunidad de su país residente en el archipiélago.
Ha asegurado que no hay ningún ciudadano de las islas ni familiar que haya sido afectado por los atentados que han ocurrido este martes en Bruselas, que han dejado hasta ahora 34 muertos y 200 heridos, según las informaciones facilitadas por el Gobierno de dicho país.
El Govern balear, en un comunicado, ha expresado sus condolencias y solidaridad «con las víctimas, sus familias y todo el pueblo belga».
En términos similares se han expresado en los pasillos del Parlament la portavoz del PSIB, Pilar Costa, y el líder de Podemos Alberto Jarabo, quien además ha recordado las propuestas de su partido para combatir el terrorismo islamista.
Numerosas entidades e instituciones públicas han difundido también sus mensajes de apoyo a las víctimas de los atentados y han expresado su consternación por los ataques terroristas en la capital belga.
Entre otros, han emitido comunicados de solidaridad el sindicato CCOO, la patronal CAEB, la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca, la Asociación de Agencias de Viajes (Aviba), el Colegio de Abogados de Baleares.
También el obispo de Mallorca, Javier Salinas, ha manifestado su «consternación por la pérdida de vidas humanas» y ha hecho un llamamiento a no ceder ante al odio.
Estamos confrontados a la primera fase de una islamización exponencial de la sociedad europea, es decir una islamización de poblamiento, de colonización demográfica que prepara el terreno a la segunda fase de este proceso: la organización metódica de esa islamización, la toma en mano de las masas musulmanas por los imanes y otros líderes politicos y religiosos que ya están sobre el terreno encuadrándolas y aleccionándolas para la implantación de su proyecto global: un proyecto teocrático basado en la voluntad de erradicar las sociedades no musulmanas. Esa islamización tendrá lugar, con o sin represión, con bonanza o con crisis económica, con la colaboración activa o el rechazo pasivo de los europeos, pero este es el objetivo declarado e irrenunciable de los nuevos invasores mahometanos