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Macrojuicio del caso Nóos

Torres niega que la Infanta fuera el gancho para conseguir contratos en Nóos

Diego Torres, durante su declaración.

| Palma |

Diego Torres ha negado, en su tervera jornada de declaraciones en el juicio del caso Nóos, que se incluyera a la infanta Cristina en la junta directiva del Instituto Nóos como «gancho» para conseguir contratos públicos y ha indicado que su función se limitó a ejercer ese cargo sin hacer ninguna gestión más para la entidad que fundó su marido, Iñaki Urdangarin.

A preguntas de la abogada de Manos Limpias, que ejerce la acusación popular en el juicio de Nóos, el exsocio de Urdangarin ha afirmado que «de ninguna manera» la infanta estuvo en el instituto para atraer contratación pública y que no tuvo «mayores funciones» que la de vocal.

Antes de contestar, el abogado de la infanta, Pablo Molins, ha pedido a la presidenta del tribunal, Samantha Romero, que declarara impertinente la pregunta sobre la infanta porque solo se la juzga por un delito fiscal en la sociedad Aizoon que tenía con su marido, pero la jueza ha admitido los argumentos de Manos Limpias y le ha instado a formularla, tras lo que el letrado ha elevado una protesta.

Torres ha dicho que, al contrario que en el caso de otros miembros de la junta como el secretario de las infantas, Carlos García Revenga, la infanta no tuvo en Nóos «una actuación directa fuera de lo que sería el cargo que ostentaba».

En ese momento, el fiscal Pedro Horrach también se ha quejado de que la pregunta sobre la infanta se planteaba más enfocada a delitos que no se le imputan, como malversación o prevaricación, pero la presidenta del tribunal, al igual que en el caso de Manos Limpias, ha rechazado sus argumentos.

Respecto a García Revenga, Torres ha explicado que tuvo una participación activa en Nóos porque, además de «tener un contacto permanente desde el punto de vista de la supervisión», también se involucró en los proyectos del instituto haciendo incluso giras de presentación de alguno de ellos por toda España.

Ha aclarado, en cambio, que ese trabajo no era como empleado de Nóos, sino «la labor normal que un miembro de la junta directiva realiza: se reúne cuando se reúne, ayuda cuando se le pide ayuda y está en su mano».

Desde su punto de vista, la labor de García Revenga era de supervisor de la Casa Real asegurándose de que no se estuviera haciendo nada que «no fuese correcto y pudiera redundar en la imagen de la Casa Real».

También se le ha preguntado por José Manuel Romero, abogado del Rey Juan Carlos y al que se ha referido ya varias veces durante el interrogatorio como supervisor legal de la Casa Real en Nóos.

Con Romero, ha dicho, se reunían él y Urdangarin con «cierta periodicidad» como parte del mismo control que hacía García Revenga, aunque en el caso del abogado era más para temas jurídicos.

«Si el señor Romero -ha dicho- hubiera encontrado la menor sombra de actuación irregular, no sé la que se hubiera montado, pero es que justamente eso lo que nos daba pie es a decir: lo estamos haciendo bien».

Luego ha relatado que a medida que se publicaban «noticias negativas» en prensa sobre las actuaciones de Urdangarin en Nóos a lo largo de 2005, aumentó la preocupación en ellos y en Romero, por la repercusión que podría tener en la imagen de la Casa Real.

«A lo largo de los meses todos vamos adquiriendo la conciencia de que da igual si lo estábamos haciendo bien», ha explicado al respecto, y ha añadido que «no hay nada recriminable» en su actuación.

«No voy a contestarle a más preguntas»

Diego Torres ha decidido dejar de contestar preguntas en su interrogatorio en el juicio del caso Nóos cuando la abogada de Manos Limpias le ha interpelado repetidamente sobre la infanta Cristina, tras 17 horas respondiendo a todas las acusaciones.

Después de que Torres dijera que desconocía si la infanta Cristina sabía de la recomendación del abogado del Rey, José Manuel Romero, de que Urdangarin dejara el Instituto Nóos, se ha producido un rifirrafe con la abogada de Manos Limpias, Virginia López Negrete, que ha señalado que se contradecía con lo que declaró en la instrucción.

«No puedo saber a ciencia cierta lo que conoce otra persona», ha dicho Torres al respecto. La presidenta del tribunal ha consultado la declaración previa del exsocio de Urdangarin y ha apuntado que entonces respondió a esa misma pregunta diciendo «por supuesto».

Torres ha dicho estar «confundido» y que no iba a «elucubrar». «Lamento si en un momento dado dije que lo suponía, ahora no supongo nada», ha precisado, a lo que la abogada ha respondido: «Pero usted no supuso nada. ¿Por qué cambia su declaración?».

«No le voy a contestar en este momento sobre estas cosas», ha dicho Torres. «¿Ha hecho usted algún pacto?», le ha preguntado entonces López Negrete, lo que Torres ha negado tajantemente.

«Yo estoy aquí para defender la bondad de lo que hemos hecho, no quiero entrar en otros juegos», ha continuado el acusado, a lo que la magistrada ha replicado: «Juegos no, aquí hay una declaración judicial firmada por usted y la acusación tiene todo el derecho a poderle preguntar cuando advierte una contradicción y usted está en su derecho de no contestar».

«No van a sustituir la labor del tribunal en momento ninguno, se empeñen lo que se empeñen. El tribunal va a blindar su independencia y va a actuar conforme establece la Constitución», ha incidido en ese momento la presidenta del tribunal, tras lo que Torres ha anunciado: «No voy a contestarle a más preguntas».

Era la primera vez, tras más de 17 horas de interrogatorio en tres días consecutivos, que Torres se negaba a contestar a preguntas de una acusación, después de haber respondido prolijamente a las del fiscal, la abogada de Hacienda y la del Govern balear.

La letrada de Manos Limpias ha consignado entonces las preguntas que iba a seguir formulando para dejar constancia de ellas, lo que a su vez ha provocado la «enérgica» protesta del abogado de la infanta Cristina, Pablo Molins, que las ha considerado «claramente impertinentes».

Molins ha formulado una protesta porque los hechos que se le imputan a doña Cristina «tienen que ver con la participación en el supuesto delito fiscal que ha cometido su marido según el ministerio fiscal y la Abogacía del Estado sobre Aizoon, no tiene absolutamente nada que ver con Nóos o sobre si la Casa Real sabía o dejaba de saber».

El letrado de la infanta ha recordado que la Audiencia de Palma, el 7 de mayo de 2013, rechazó la imputación que había efectuado el juez José Castro sobre doña Cristina sobre hechos relativos a Nóos. «Se le ha permitido preguntar constantemente sobre hechos que están revocados», ha dicho Molins.

La magistrada ha recordado que una de las preguntas se ha declarado no pertinente y ha añadido que el tribunal «no va a entrar en consideraciones de circunstancias que no tengan nada que ver con los hechos objeto de acusación».

Relación con Urdangarín

A preguntas de la abogada Virginia López Negrete, Torres ha explicado que conoció a Urdangarin en 2002, cuando su empresa Virtual Strategies realizó un proyecto de consultoría para Octagon, donde el entonces duque de Palma era director de planificación de desarrollo.

«La verdad es que la idea de unirme a don Iñaki ni siquiera fue mía», ha dicho Torres: Ha detallado que fue de su compañero en el proyecto, Marcel Planelles, quien le hizo darse cuenta de la existencia de una «oportunidad de mercado» en el ámbito de la asesoría a empresas en estrategias de patrocinio, a la que se podría dedicar aportando él sus conocimientos en consultoría estratégica y Urdangarin sobre deporte.

«Me pareció lo más razonable del mundo», ha señalado. «El único motivo que me lleva a asociarme con él es porque en un estudio profundo de estrategia para un cliente determinamos que hay una necesidad no cubierta y que uniendo las experiencias de esas dos personas se puede cubrir, no fue la lista de contactos de don Iñaki en absoluto lo que me motivó a esa asociación».

Torres ha recordado su experiencia laboral en consultoría y ha recalcado que tras romperse la asociación él ha seguido trabajando con los mismos clientes o «más grandes todavía». «E incluso un cliente me dijo: 'Ahora te contrato porque ahora nadie pensara que lo hago porque está don Iñaki'».

«Claro que hay mucha gente te viene a ver, mucha gente quiere conocerlo y quiere aproximarse pero el trabajo profesional es otra historia», ha insistido Torres.

Cuando el abogado del rey Juan Carlos, José Manuel Romero, conde de Fontao, recomendó que Urdangarin se desvinculara de Nóos, lo que indicó fue solo que no debía figurar como administrador «para evitar la presión mediática», pero no detectó ninguna irregularidad.

Planteó la salida de los órganos de gestión del Instituto Nóos y «que no se tocase nada en relación con Nóos Consultoría» porque como no figuraba en el Registro Mercantil no era necesario cambiarlo y podía conservar sus participaciones sociales.

Sin embargo, meses después, en junio de 2007, Torres le compró su participación en la sociedad. La razón, según ha explicado a la abogada de Manos Limpias, fue su rechazo a que Urdangarin únicamente fuera socio capitalista.

«Yo no contemplo que un socio de consultoría no esté activo. Lo que yo no voy a hacer es simular algo: si don Iñaki Urdangarin trabaja en Nóos, tenemos que ir a ver a los clientes juntos, elaborar los informes juntos y defender los informes juntos. Si don Iñaki, para que no se conozca, puede ser accionista pero no puede venir y no puede salir, eso no es un socio de consultoría, es un socio capitalista exclusivamente», ha dicho.

Tras un «período de transición», Urdangarin le vendió su participación en la sociedad.

«Se hace de esa manera, no porque el señor Romero esconda nada, porque el señor Romero revisa, lo ve y dice 'chicos habéis hecho las cosas correctamente', pero no se puede ir contra el mundo y si esto no se admite, pues no se admite», ha concluido.

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