MÉS está desplegando todas sus influencias en Madrid para conseguir el apoyo de Pablo Iglesias, líder de Podemos, para que Biel Barceló, portavoz de la coalición y secretario general del PSM, sea la apuesta de la formación moradaen Balears como president en las negociaciones globales que mantendrá su número uno con Pedro Sánchez, secretario general del PSOE.
MÉS ha entendido enseguida que la negociación de verdad para designar al inquilino del Consolat no se realizará en Palma entre Armengol (PSIB), Jarabo (Podem) y el propio Barceló, sino cerca del río Manzanares. Pedro Sánchez está dispuesto a pactar con Iglesias a partir de una línea estratégica clara: Las presidencias de comunidad autónoma para el PSOE (comenzando por la emblemática Castilla La Mancha y llegando a Balears) y las grandes ciudades para Podemos, como Madrid, Barcelona, Zaragoza y Sevillla.
No obstante, la agilidad con que se ha movido MÉS ya ha conseguido un éxito, Pablo Iglesias, que aún no ha entablado negociaciones formales con Pedro Sánchez, ya ha dejado entrever que en este pacto autonomista por un lado y municipalista por el otro, no tiene porqué incluir ni a Balears ni la a Comunitat Valenciana. Esta frase ha sido recogida con alegría por parte de Més, aunque en realidad se trata de una estrategia en puertas de la negociación.
Mientras, en Palma hay carreraspara reunirse con Alberto Jarabo. Los primeros en conseguir tomarse un café con él han sido los dirigentes de MÉS la mañana de este miércoles. Se han acabado las reuniones secretas de antaño. Aún no se habían acabado la infusión y los dirigentes de MÉS ya enviaban twitters con la foto. Por la tarde la entrevista fue entre Francina Armengol y Jarabo, una nueva "toma de contacto".
Rápidos de reflejos
Aunque la decisión final se tomará en Madrid tras semanas de negociacioens, el PSIB-PSOE no se esperaba un sprint tan rápido de MÉS hacia la presidencia del Govern. De hecho, los socialistas ya están acostumbrados a estos desmarques pesemeros cada vez que hay que negociar un pacto postelectoral.
Son un clásico. Ya en 1999, tras la primera victoria del Pacte de Progrés, el líder del PSM, Pere Sampol, se montó una entrevista-pantomima con Jaume Matas, que había perdido, para poner nerviosos a los socialistas. A Sampol no le salíó mal aquel arranque por peteneras. Consiguió ser nombrado vicepresidente económico del Govern y logró colocar a una de sus dirigentes como vicepresidenta del Consell, justo detrás de Maria Antònia Munar.
Cuando Biel Barceló comenzó a postularsecomo president del Govern la misma noche electoral, los socialistas pensaron que se trataba de la típica pesemerada. Luego han visto que está vez mueven cables hasta debajo de las piedras de la M-30. Sin estar preocupados, saben que tendrán que trabajar a fondo para que Pedro Sánchez juegue fuerte ante Pablo Iglesias y éste ceda para que Francina Armengol sea la presidenta, conforme a la aritmética electoral.
Sin embargo, Sánchez tiene otro problema. Se llama Susana Díaz, que no consiente que Madrid le haga los pactos en Andalucía aunque se juegue la investidura. Sánchez tiene dos bombones andaluces a negociar con Pablo Iglesias, las alcaldías de Sevilla y Cádiz, en principio perfectamente intercambiables por la presidencia de Balears. Pero Díaz quiere manejar este juego debajo de Despeñaperros. La faraona del Sur no traga a Podemos porque ha puesto contra las cuerdas a sus padres políticos Chaves y Griñán por estar imputados. No quiere ceder su poder a Sánchez para una negociación global en toda España. No se fía de él.
Con estas cartas sobre la mesa comenzará pronto la negociación Sánchez-Iglesias, con la presidencia de Balears en juego.Habrá estirones de toda laya. Pero al final es probable que triunfe la lógica. El poder urbanita de las grandes ciudades para la gente de Pablo Iglesias y el autonómico para los socialistas Pedro Sánchez. Eso quiere decir que Francina Armengol se convertirá en la primera mujer presidenta de Balears.