El Ajuntament de Palma ha incrementado las inspecciones de las terrazas en las zonas turísticas para garantizar que no se cometen irregularidades.
La teniente de alcalde de Funció Pública i Contratació, Irene San Gil, explica que primero se avisa a los restauradores que están cometiendo una infracción y si no se corrige el incumplimiento se abre un expediente sancionador. No obstante, en el caso de que la irregularidad sea muy grave se sanciona inmediatamente. Las multas oscilan entre 150 y 3.000 euros. Además, los infractores tienen que pagar los metros ocupados, como si los hubiesen reservado previamente. San Gil hace un llamamiento a abonar las tasas de ocupación de la vía pública y a no superar los metros reservados, ya que los inspectores están vigilantes y los infractores, además de la tasa, tendrán que abonar una multa.
En los próximos días se procederá a pintar la marcas de la ocupación que tienen contratadas las terrazas, para que los inspectores y los propios ciudadanos puedan comprobar con facilidad si se están produciendo infracciones. Asociaciones de vecinos y la oposición han denunciado que las terrazas ocupan demasiado espacio y no permiten el paso de los peatones por la vía pública.