«En el tránsito del siglo XIX a comienzos del XXI Cruz Roja ha pasado de la función benéfica para los que no podían acceder a la sanidad a ocuparse de los daños de la crisis económica y buscar empleo a los excluidos». Así resumió ayer Miquel Alenyà, presidente autonómico de la institución, «los primeros 140 años de nuestra presencia en Balears», al presentar el libro que recopila el trabajo solidario que comenzó en Palma en 1874.
Cruz Roja Balears pretende con esta publicación -con numerosas fotografías de su labor y sus sedes a lo largo del siglo pasado-, «recuperar la memoria de casi un siglo y medio de actividad, que tras la instalación en Mallorca en 1874 se extendió a Menorca en 1899 y a Eivissa en 1903», explicó Alenyà, para añadir que «curiosamente durante sus primeros años de existencia la institución debió pasar por encima de las acusaciones de que al pretender la beneficiencia y la igualdad de las personas era de origen masónico».
A la presentación del libro, en la sede del Archivo Municipal, asistieron entre otros el coordinador de Cruz Roja España, Toni Bruel, y la consellera balear de Serveis Socials, Sandra Fernández.