Una cadena de ropa alemana, con más de 900 tiendas en todo el mundo, salda su presencia en Mallorca con una condena a pagar 1,6 millones de euros tras una frustrada apertura de un establecimiento en la calle Sindicat. La empresa, Esprit de Corp Spain S. L., tendrá que abonar esa cantidad por incumplir el contrato de arrendamiento que suscribió en el año 2007 y al que renunció de forma unilateral cinco años después tras mantener la tienda abierta apenas doce meses.
La empresa textil firmó un contrato por quince años de duración por unos cien mil euros al mes por un edificio de 1.300 metros cuadrados en Sindicat. La empresa dueña de la finca tenía que hacer frente a las obras de remodelación del inmueble y ponerlo a disposición para la tienda y ahí ya hubo un retraso de unos dos años. La tienda no cumplió con las expectativas de los inversores. La elevada renta y las bajas ventas hicieron insostenible mantener abierto el local y la cadena decidió una reestructuración de su actividad en toda España. Entre los establecimientos sacrificados estuvo el de Palma.
La propietaria del edificio presentó una demanda por incumplimiento del contrato y llegó a reclamar hasta siete millones de euros a la empresa textil por las rentas que tendría que haber percibido y no recibió.
Un juzgado de primera instancia dejó la indemnización a pagar en 600.000 euros. La Audiencia Provincial resuelve los recursos planteados y sube un millón de euros la cantidad, si bien no llega a la petición total. Considera que el desestimiento del contrato está «parcialmente justificado». De esta manera, la Audiencia fija la indemnización en 1,6 millones como el equivalente a la renta que hubiera percibido durante 22 la propietaria del edificio, de acuerdo con varias periciales que obran en la causa.