El Consell de Mallorca impuso el año pasado sanciones por urbanismo ilegal por valor de 762.615 euros, una cifra en apariencia elevada, pero que en realidad es un 55 por ciento inferior a las sanciones impuestas un año antes. En 2012, las multas se elevaron a 1.704.107 euros, según datos facilitados por el Consell de Mallorca.
El notable descenso en la recaudación por urbanismo ilegal responde a varios factores y uno de ellos es que el número de sanciones también descendió y pasó de 44 en 2012 a 33 un año después. De hecho, la Agència de Disciplina Urbanística realizó el año pasado menos inspecciones y probablemente, como consecuencia de ello, bajaron las multas.
Inspecciones
Según los datos facilitados por el Consell de Mallorca, los servicios de disciplina realizaron el año pasado un total de 319 inspecciones. La cifra supone un descenso del 25,9 por ciento con respecto a 2012 ya que en ese año se realizaron un total de 431 inspecciones.
En 2013 se abrieron un total de 194 expedientes, también un 25 por ciento menos que el año anterior. La cifra sitúa los expedientes del año pasado a niveles parecidos a los del año 2006, en el que se abrieron 164 propuestas de sanción. El año 2010 marcó el récord de vigilancia y expedientes ya que se alcanzaron un total de 380.
El conseller de Territori del Consell de Mallorca, Mauricio Rovira, explicó que la razón por la que baja la cuantía de las sanciones impuestos por su departamento es que el año pasado las infracciones fueron más graves y, como consecuencia, los infractores tuvieron pagar más dinero.
La mayoría de las multas que pone el Consell se sitúan muy por debajo de los 100.000 euros, pero de vez en cuando llega una multa que puede superar los 300.000. Se trata de sanciones asociadas en su mayor parte a la demolición de las obras ilegales. El año pasado se realizaron 16 órdenes de demolición frente a las 23 de 2013.
Vigilancia
El responsable de Urbanisme del Consell señaló, en cualquier caso, que el descenso en las multas y en el número de expedientes no implica que la institución insular haya rebajada la vigilancia o la política de disciplina.
Mauricio Rovira opinó que el factor clave para entender el descenso es la crisis económica: se hacen menos obras, pero también menos urbanismo ilegal.
Rovira incluso aseguró que hay menos ilegalidades y la cifra de infracciones se ha estabilizado porque durante los últimos años el control ha sido tan exhaustivo que los ciudadanos han tomado conciencia sobre este asunto.
También descartó que la amnistía anunciada por el Govern con la aprobación de la ley del suelo vaya a provocar un efecto llamada. «La amnistía es para las ilegalidades que ya han prescrito, no para las que todavía estén en periodo de legalización o de derribo», señaló el conseller. Como conclusión insistió en que tanto la crisis como la toma de conciencia de los ciudadanos son los factores que han provocado el descenso.