La Iglesia mallorquina también ajusta sus cuentas, según se desprende de los datos dados a conocer y que corresponden al ejercicio de 2012. Este año, el presupuesto de la Diócesis que dirige el obispo Javier Salinas tuvo unos ingresos de 4,6 millones de euros y unos gastos de 4,5 millones de euros, lo cual le permitió un saldo final positivo de algo menos de noventa mil euros.
Durante el pasado año, la Diócesis tuvo un importante recorte en los ingresos de 757.861 euros, dato que supone un retroceso del 14 por ciento. Sin embargo, los ajustes en los gastos fueron todavía mayores, del 20 por ciento. Cabe indicar que la liquidación del IRPF permitió incrementar en un 2,1 % esta partida que alcanzó los 2,8 millones, la más importante de todo el presupuesto. En el apartado de ingresos también se percibe un notable retroceso. Sin embargo, la principal carga financiera de la Iglesia católica en Mallorca se centra en las parroquias, que en conjunto mantienen una deuda financiera acumulada de 9,6 millones de euros a pesar de que en 2012 el gasto en obras parroquiales descendió un 46 %.
Atención social
La memoria de la Diócesis, dada a conocer con motivo del Dia de la Iglesia Diocesana, destaca que se atendieron alrededor de 54.000 personas en los distintos servicios vinculados a la Diócesis de Mallorca, se celebraron 8.000 primeras comuniones, 810 confirmaciones y 1.160 bodas.