Las industrias agroalimentarias vinculadas a explotaciones agrarias no necesitarán tener la declaración de interés general que conceden los consells insulares, bastará con la licencia de actividad y de obra que otorgan los ayuntamientos y con informar a la Conselleria d'Agricultura del Govern. De este modo, la tramitación burocrática se reduce de 2-3 años a 2-3 meses.
Esta es una de las principales novedades que prevé la Ley Agraria que está elaborando el Govern de José Ramón Bauzá.
El objetivo que se persigue con esta medida es contribuir a la dinamización económica. Cabe destacar que el elevado tiempo de tramitación ha motivado que numerosas empresas agroalimentarias no se hayan implantado en las Islas, ya sea porque han desistido a lo largo de la tramitación o porque la complejidad de la misma ha hecho desestimar la puesta en marcha de la industria agroalimentaria. La excesiva tramitación también provoca la pérdida de subvenciones, ya que la Unión Europea obliga a justificar en 1,5 años que la inversión se ha realizado y en caso contrario se pierde la ayuda; teniendo en cuenta que la tramitación generalmente dura entre 2-3 años pocos empresarios pueden beneficiarse de ellas.
Calvario
El sector agrario califica de «calvario» los trámites que tienen que seguir para poder implantar una industria agroalimentaria en las Islas, especialmente por la larga tramitación para conseguir la declaración de interés general de la institución insular. Con la entrada en vigor de la Ley Agraria será mucho más fácil y el Govern prevé que esto suponga un impulso para la economía de las Islas. No obstante, para que la declaración de interés no sea necesaria la industria agroalimentaria tendrá que estar vinculada con las explotaciones agrarias, es decir, industrias de frutas, verduras, hortalizas, vinos, aceite, carnes, pescado, etc.