El grupo municipal del PSIB en el Ayuntamiento de Palma ha planteado enmiendas a doce puntos de la ordenanza de ruidos que está tramitando el consistorio, en las que propone, entre otras cosas, que se rebajen los niveles permitidos y se aplique una protección especial en la franja nocturna.
La concejal socialista Begoña Sánchez ha defendido las modificaciones propuestas «con unos estándares similares a las ordenanzas adaptadas de otros municipios, más restrictivos que las tablas presentadas en esta ordenanza, ya que las mediciones deben hacerse a puertas y ventanas cerradas según normas estatales».
Sánchez considera que esa medición «beneficiará a la normal convivencia de actividad y descanso».
Los socialistas han tenido en cuenta los sentido mayoritario de las alegaciones presentadas por las diferentes asociaciones de vecinos de Palma y por la Federación Hotelera, que se muestran contrarios a un aumento de los valores límite de emisiones e inmisiones de ruido en Palma.
En el caso de la actuación de la Policía Local en relación al comportamiento de los ciudadanos en el exterior y en el interior de viviendas o locales particulares, el PSIB propone que actúe «en caso de que se vea amenazada la normal convivencia entre vecinos, una vez hayan fracasado las negociaciones entre ellos para reducir las molestias provocadas por ruidos domésticos y de animales de compañía».
En cuanto a los niveles sonoros de la maquinaria que trabaja en la vía publica, piden que no se autorice el uso de aquella que genere niveles superiores a más de 40db y en caso de que sea imprescindible, el ayuntamiento limitará el número de horas de trabajo.
En la regulación de los sistemas de megafonía y dispositivos sonoros, recogiendo las reiteradas quejas de los vecinos de la Lonja y el Borne en relación a acontecimientos lúdicos y deportivos en la zona, el PSIB plantea sustituir los 85 dB por 70 dB, y que la duración máxima de los eventos sea de 2 horas (en vez de 3).
Piden además una regulación del nivel máximo de decibelios a los conciertos al aire libre, verbenas y bares musicales y medidas para paliar el ruido del transporte, carga y descarga de mercancías.
En la franja nocturna, reclaman que en ningún caso se permita ningún exceso de decibelios máximo establecidos en esta ordenanza.
Los socialistas han defendido la necesidad de que la ordenanza de ruidos vigente en Palma desde 1995 se actualice.
Rechazan que con la aprobación de la Ley 13/1013, el Govern haya suspendido las ordenanzas de ruido municipales, impidiendo que puedan restringirse los valores máximos de emisiones en aspectos como las actividades comerciales, industriales, maquinaria y equipos, actividades deportivo-recreativas y de ocio, pero no en materia de ruidos domésticos, como voces altas y ladridos de perros.
Comparando esta situación como la de otras capitales de provincia y comunidades autónomas que se han adaptado a la legislación estatal, entienden que el artículo 12 de la Ley 13/2012 es «injusta e intolerable para los intereses, los descanso y el derecho a la salud de los ciudadanos de Palma»