Los equipos directivos de los alrededor de veinte centros que la semana pasada no presentaron ningún proyecto educativo a la Conselleria d´Educació tienen hasta mañana para elaborar y presentar un modelo provisional, que ya no puede adaptarse al artículo 20 del decreto de lenguas, tal y como les exige la Conselleria. Eso quiere decir que estos centros deberán elaborar un proyecto que reparta las horas lectivas de forma equitativa entre el castellano, el catalán y el inglés, más o menos un tercio para cada lengua.
Reacción
Pero esta situación ha provocado la dimisión, hasta ahora, de un equipo directivo, el del IES Pau Casasnovas de Inca.
El resto de centros parece que cumplirán con esta obligación, una vez que los consejos escolares se negaron a aprobar la semana pasada el primer proyecto elaborado por el centro. Ese primer modelo lingüístico que hicieron todos los centros sí se acogía al artículo 20 del decreto, lo que quería decir que se podía mantener, de forma más o menos razonable, el proyecto actual. Pero los consejos escolares de algunos colegios o institutos optaron por votar en contra en señal de rechazo total al decreto de lenguas.
A partir del día 26, cuando se cuente con todos los proyectos presentados, empezará el trabajo de los inspectores educativos, que deberán decidir si los aprueban o los devuelven a los centros para su reelaboración, según se explicó ayer desde Educació.