Hasta seis procesiones coincidieron ayer en las calles de Palma, cinco de ellas recorrieron el casco histórico. En concreto fueron los desfiles del Jesús del Buen Perdón, con salida y final en la iglesia de la Concepción; Nostra Senyora de l'Esperança i la Pau, con inicio y final en la basílica de Sant Francesc; la procesión de l'Oració, que salió de la iglesia de Sant Felip Neri y finalizó en la iglesia de Sant Miquel; la de la del Sant Crist de l'Agonia, desde el convento de Santa Clara hasta la iglesia de Montesión; la procesión del Camí del Calvari, con inicio en la iglesia de la Asunción y final en la iglesia del Carme -en la barriada de Santa Catalina-; y, por último, la procesión del Sant Crist dels Boters, con salida y final en la iglesia de Sant Joan de Malta -en la barriada de Atarazanas-.
Los diferentes desfiles procesionales contaron con la participación de numerosos cofrades, mientras que algunos pasos, como los del Sant Crist de l'Agonia y de Nostra Senyora de l'Esperança, ambos portados por costaleros, dieron una especial solemnidad a sus respectivas procesiones, las cuales congregaron a muchos ciudadanos y curiosos que se toparon con los recorridos que entre las ocho y las nueve de la noche iniciaron los diferentes recorridos.
Un dispositivo de la Policía Local mucho menor al de años pasados, por la crisis, se encargó de desviar en tráfico en las calles más concurridas, una tarea en la que también habían participado previamente las brigadas municipales retirando contenedores y los vehículos estacionados para no entorpecer el desfile de los pasos.
Emotividad
Algunos momentos revisten especial dificultad, como la salida del Crist de l'Agonia por el ajustado portal del Convento de Santa Clara, al igual que el de la Verge de l'Esperanza de Sant Francesc.
Durante las procesiones de ayer no se registró ningún incidente destacable, según indicaron los organizadores de las diferentes marchas.